El buen clima que predominó ayer en la provincia fue propicio para que los misioneros y turistas disfruten de la Navidad a la vera del agua. El Salto Berrondo en Oberá y los Saltos del Tabay de Jardín América fueron dos de los lugares más elegidos. Mientras, en Aristóbulo del Valle los lugareños se acercaron al camping Cuñá Pirú a pesar de que está inhabilitado.
Aseguraron que si se cobra entrada pagarán sin poblemas.
En Jardín América, cientos de familias arribaron desde muy temprano al Parque Municipal Saltos del Tabay. Muchos llegaron en vehículos particulares, además de micros, motos, camiones pequeños, combis y con el servicio de transporte de pasajeros que une cada media hora la Terminal de Ómnibus con el acceso al lugar.
La concurrencia fue tan masiva que los administradores del parque decidieron habilitar dos calles paralelas de ingreso, utilizando la calle de egreso y dejando la vía de circulación de micros y combis como alternativa de salida hacia la ruta nacional 12.
El chofer de la empresa Dilkin contó a El Territorio que “durante la semana hacemos un servicio con dos unidades que pasan cada media hora, pero hoy (por ayer) como había mucha gente reforzamos y desde las ocho de la mañana trabajamos con tres colectivos”.
Como todos los domingos, desde las 15 se realiza en el playón de la zona de servicios baile popular, el cual es animado por músicos de diferentes lugares de Misiones. Del bailable pueden participar quienes quieran, ya que abonando la entrada la participación es gratuita. A su vez, los jóvenes que disfrutan de otro estilo musical se congregan en la zona de las islas, cruzando el arroyo.
Hace pocas semanas se habilitó un nuevo sector en la zona de acampe y se terminaron de asfaltar todos los caminos internos del predio, que tiene casi 12 hectáreas, esas obras permiten una circulación fluída por el lugar.
En Oberá varias familias y grupos de amigos se acercaron desde tempranas horas al Salto Berrondo. Más allá de la idea de apaciguar el calor, los visitantes llegaron cargados con conservadoras y equipos de tereré para pasar el día. El asado, fue una postal que se repitió en varias de las parrillas que están en el lugar.
“Llegan de todos lados, ahora hay muchos turistas y los obereños vienen a disfrutar, en muchos casos son familiares que aprovechan las fiestas”, explicó un joven mientras terminaba de hacer el asado.
Esta temporada el predio renovó los sanitarios y está remodelando el anterior, de esta manera podrán cubrir la demanda de visitantes. Por su parte, la pileta se puso en funcionamiento el sábado a pesar de la lluvia, ya que su apertura estaba demorada por arreglos.
Por su parte, el guardavidas que trabaja en la zona, manifestó a El Territorio que “ayer (por el sábado) vinieron algunas familias, pero hoy (por ayer) va a explotar, tenemos varios guardavidas, seguridad en el interior de la pileta y la policía afuera, todo para brindar mayor seguridad y nosotros tenemos que estar atentos a los niños que no pasen la zona del boyado”.
En el predio, todas las mesas estaban ocupadas, algunos que llegaron tarde, solamente disfrutaban de lo que sobró en la cena, siempre con alguna bebida fría.
Mientras, los amantes del agua directa del arroyo, colocaron sus sillones antes y después del salto y aprovecharon para salpicarse y divertirse junto a los niños.
En lo que respecta al precio de entrada, esta semana el valor se mantiene como la temporada anterior. Es decir, la entrada general cuesta 50 pesos para mayores y 30 pesos para menores. Mientras, desde el 1º de enero el precio pasará a costar 70 pesos para los mayores y 50 pesos para los menores.
Prohibido, pero se bañan igual
En Aristóbulo del Valle, los vecinos hicieron caso omiso al cartel que prohíbe el ingreso al Parque Municipal y Camping Cuñá Pirú. Los lugareños aprovecharon de la arboleda, compartieron asado, ingresaron en el arroyo y practicaron fútbol.
Si bien el lugar está inhabilitado, durante la jornada de ayer no aparecieron los agentes municipales para desalojar a los acampantes o advertir sobre la prohibición.
La semana pasada este matutino había publicado que los pobladores se habían topado con carteles que indican que no se puede ingresar al camping, pero más allá de este aviso gráfico no hay cuidadores en el balneario comunal más popular de la zona. Fue la primera vez que se encontró un aviso de estas características.
Por su parte, los vecinos que se acercaron a pasar el día, relataron: “Este es nuestro lugar de cada verano, no hay explicaciones racionales sobre la prohibición, siempre se cobró entrada y la gente pagó, además se agregaron eventos sociales que atraen mucho al público y el municipio recauda importantes sumas en cada verano”.
Mientras, otro visitante agregó: “Supongo que la Municipalidad estará negociando algún tipo de acuerdo con posibles concesionarios, si no no se explica que esté todo macheteado y sin habilitarse debidamente”.
Los vecinos insisten que para que vuelva a funcionar sólo falta “la reapertura de cantina, el acondicionamiento de los sanitarios y el cobro de entradas”.
Fuente El Territorio