La industria textil a nivel nacional está atravesando serias dificultades porque desde el sector señalan que no pueden competir con los productos que ingresan del exterior. En este contexto, en Bella Vista se adhirieron al paro nacional convocado por la CGT y ayer marcharon para expresar su preocupación porque allí unas 465 familias dependen directamente del trabajo en la fábrica del citado rubro.
Con la participación de empleados, familiares, la legisladora provincial Nancy Sand y al menos cuatro concejales locales, aproximadamente a las 10 partió la marcha desde la sede local de la Asociación Obrera Textil.
Precisamente, la mencionada entidad a cargo de Roberto Vandecaveye organizó la movilización que contó con el apoyo también de Apinta.
Portando una bandera en la que se leía “Cierre de las importaciones ya”, un número considerable de personas caminó aproximadamente diez cuadras hasta llegar a la plaza.
Allí, “primero entonamos las estrofas del Himno Nacional Argentino. Luego se leyó un documento del Consejo Directivo Nacional, hice uso de la palabra y también lo hizo el representante local de Apinta, Hugo Escalante”, contó Vandecaveye en diálogo con El Litoral.
Al mismo tiempo destacó “agradecemos el apoyo de todos y si bien estamos en contacto permanente con los representantes de la empresa, sabemos que estamos inmersos en una situación difícil, de la que sólo podremos salir si el Gobierno nacional regula las importaciones. Es la única salida”.
En este contexto, recordó que “ya fueron despedidos ocho trabajadores y otros 15 aceptaron la jubilación anticipada”.
Pero aún hay 465 familias que en forma directa dependen del trabajo en la industria textil de Bella Vista.
Cambios
“A partir del 2 de julio se modificará el cronograma de trabajo. Hasta ahora se trabajaba seis días y se descansaban dos, todo esto como parte de un esquema destinado a garantizar que la industria esté funcionando todo el año, las 24 horas. Solo no había actividad los feriados nacionales. Pero ahora, sólo se trabaja de lunes a viernes, esto implicará una reducción en los salarios porque serán cuatro o cinco días menos de trabajo en el mes”, explicó Vandecaveye.
Tras lo cual agregó que, tal como informó este diario, “eso se suma a las vacaciones anticipadas por 15 días que tendrá todo el personal a partir de l6 de julio”.
Considerando la situación actual “ya es evidente que estamos en un escenario muy complicado. Necesitamos que el Estado defienda a los argentinos. Nosotros vamos a seguir reclamando que nos dejen seguir trabajando. Lo único que tiene que hacer el Gobierno nacional es regular las importaciones, caso contrario, seguirá destruyendo la industria textil nacional”, concluyó Vandecaveye.