Uno de los jóvenes internados por el atroz entrenamiento al que fueron sometidos varios cadetes de la Escuela de Policía de La Rioja fue trasladado a un sanatorio de la ciudad de Córdoba. Luis Oropel fue internado en la unidad de terapia intensiva porque su estado es delicado, con las sombra de la muerte de Emanuel Garay.
El cadete sufre un cuadro grave de deshidratación e insuficiencia renal. Lucía, hermana de Oropel, señaló que el joven de 25 años «sigue con diálisis» y que su familia espera que «comience a recuperar la función renal, que es lo que de momento permanece paralizado».
Según su testimonio, el cadete fue sometido a «nueve horas de entrenamiento físico muy duro y bajo altas temperaturas que hubo ese día, pero más allá de eso (los instructores) han tenido la crueldad de no darle a los chico ningún tipo de hidratación».
“Como todos los chicos, tenían todos los músculos rotos debido al excesivo trabajo físico que tuvieron y eso ha liberado toxinas que se les pegaron en los riñones, los ha paralizado y dejaron de funcionar», explicó.
Indicó que su hermano tiene también «lastimaduras en los codos y las rodillas, en las manos y tiene toda lastimada la espalda y moretones».
Lucía dijo que los compañeros de su hermano le comentaron que «cuando pedían agua para hidratarse durante el entrenamiento se la negaron totalmente».
Entre las 13.30 y las 14.30 «les dieron autorización para ir a sus casas a comer y cambiarse de ropas y regresar», puntualizó.
«La verdad es que mi hermano ni ganas de comer tenía y tampoco tenía muchas ganas de volver, pero hizo un esfuerzo y regresó y hoy tenemos que lamentar tenerlo acá en estas circunstancias», concluyó.
Fuente diario el territorio