Una medida que anticipa la polémica en una sociedad profundamente religiosa, se encendió con lo adoptado por el ejecutivo municipal, con la Resolución 249/18 de prolongación del carnaval, que contradice la Ordenanza 3037 y prohíbe de manera taxativa que los corsos se realicen después del Miércoles de Cenizas.
La resolución vendría a romper las relaciones con la Iglesia, que no ve con buenos ojos que se interfiera en sus postulados, y que ha decidido mantener como parte de su tarea pastoral el Arzobispo Andrés Stanovnik, quien en una situación similar expresó el año pasado: «me parece que es una señal de superficialidad, lamentamos esto, pero lo respetamos».
Fuente diario norte