Itatí con costanera desbordada pero por ahora sin evacuados

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Las lluvias de los días anteriores repercutieron en la creciente del Río Paraná, muchas localidades del interior cercanas a la capital se vieron afectadas por el aumento del caudal debido a las intensas lluvias. Para tomar contacto con la situación que se vive en Itatí, época se dirigió hasta la localidad. Allí, este medio dialogó con el viceintendente Edgar Silva Bizarro y con Juan José Arreseigor, Jefe de Prefectura local.
“Por ahora no tenemos inundados. Hubo un buen zanjeo en su momento y estamos esperando a ver que sucede. Ya tomamos contacto con Defensa Civil de la Provincia y con autoridades de Yacyretá. Nos dijeron que estemos preparados porque agua viene, seguro” sostuvo Silva Bizarro al referirse al estado actual y futuro del río Paraná pero aclaró que eso puede variar en los días venideros “entre hoy y mañana ya debería haber evacuados en la localidad. Esto es una posibilidad concreta, por ello estamos en contacto con el Gobierno de la Provincia para estar atentos a lo que pueda necesitar la gente al ser trasladada”.
Asimismo, sobre los recaudos que se tomaron de antemano ante un panorama eventual relató: “Ya tenemos cuatro galpones disponibles para cualquier tipo de evacuados, el Polideportivo y el Salón de Usos Múltiples (SUM) ubicado frente a la terminal y dos refugios más, el Centro Cultural Pocho Roch y un espacio que se encuentra en el barrio San Miguel. Todos los lugares fueron utilizados en inundaciones anteriores y tienen capacidad para albergar a 30 familias”. Además señaló la importancia de trabajar en conjunto para atender las necesidades de los posibles afectados: “Contamos con la asistencia de los bomberos voluntarios, el hospital, la policía de Itati y el personal de la Municipalidad. Estamos trabajando en forma mancomunada para acudir en caso de emergencia”, comentó a época. En este contexto, Silva Bizarro señaló que los habitantes de las zonas de la ribera son los más comprometidos por las inundaciones: “Ya hay algunos pedidos del barrio Ibiray, ubicado al oeste de la ciudad, detrás del hospital viejo. El río ya pasó los 6 metros y hay gente que está al borde. Los primeros evacuados serían las familias de esa zona”.

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Playa bajo agua
A su vez, el viceintendente aclaró que por esta situación “no se vieron afectados los puesteros pero sí lamentamos que la playa quedara bajo agua porque hicimos una buena inversión para que la gente tuviera un espacio de diversión, pero esta creciente nos jugó una mala pasada. En este marco, sumaron otra medida consistente en vallar el acceso por precaución, con el fin de evitar que los visitantes sigan ingresando agua.

En cuanto a las medidas preventivas planteadas, señaló que ya está coordinando la asistencia para las personas que se encuentran en una cota más alta: “El registro en el que se declara emergencia es 6, 80 metros, todavía tenemos un margen aproximado de 40 centímetros para empezar a activarla. En estas últimas jornadas, el río creció 10 centímetros por día. De llegar a los 7,50 metros, se va activar el plan de contingencia y procederemos a evacuar a las personas”. Para llevar tranquilidad a la población, explicó que la situación está controlada: “No hay un estado de pánico pero seguimos atentamente al río que crece constantemente, pero de forma controlada. Podemos prever qué hacer acorde a lo que viene aumentando”.
Para lidiar con la situación, especificó que en este momento cuentan con una plantilla de más de 60 personas pero “de ser necesario, tenemos el apoyo de las unidades especiales de zona para cualquier tipo de emergencia que sobrepase la capacidad de nuestro personal. Por nuestra parte, brindamos todo el apoyo logístico para realizar la tarea”.
Al igual que Silva Bizarro, hizo hincapié en el caso de las familias que viven en la costa, señalando que están acostumbradas a las crecientes: “Con el alerta no suelen evacuar inmediatamente, siempre esperan hasta lo último. La recomendación es que las personas estén atentas al nivel del río, ya que está subiendo en forma paulatina y escalonada”. Además, aclaró que se está siguiendo de cerca la situación de los habitantes de la zonas más comprometidas: “Estamos haciendo patrullajes preventivos a diario durante la mañana y a la tarde para cubrir alguna posible necesidad de las familias o las personas que están aisladas por el corte de los caminos debido a la crecida. Se les ofrece asistencia médica, agua potable y alimentos”.
Los vendedores de los alrededores de la Basílica no mostraron preocupación por esta situación: “Acá por suerte no llegó el agua, seguramente va a subir un poco más, pero eso es normal. Solamente las familias que viven en la zona detrás del hospital están cerca de la crecida por ahora”, dijo Sonia, mientras atendía a turistas en un sitio de venta de jugos de fruta en el acceso al área de puestos. “No sé por qué en algunos lados salió que estábamos todos bajo agua. La creciente solo llegó hasta una parte de la costa” dijo José, quién vende velas y figuras religiosas de diferentes santos.

El estado de la costanera
La creciente del Paraná afectó en gran medida a la costanera de la localidad y avanza sobre el pavimento de la del IV Centenario y toda su extensión. El agua merodeó las puertas de la aduana por lo que los pasajeros que llegaban desde Paraguay debieron descender al costado del exmuelle. Por este suceso, las lanchas con pasajeros que realizan habitualmente el cruce internacional desde Itá Corá debieron amarrar también en otros puntos.
A pesar del impacto en la zona costera, es válido recordar que por el momento no existen problemas de acceso para llegar a la Basílica, al centro de la ciudad, a la plaza principal ni a los centros de hospedaje. Las autoridades de Prefectura local seguirán evaluando el estado del puerto.

Fuente D. Epoca