Sucedió entre la noche del pasado lunes y la madrugada de este martes 23, cuando un ómnibus proveniente de Foz de Iguazú, salió de la ruta nacional 12 y se dirigía en la oscuridad absoluta a la localidad de Profundidad, en donde se deslizó por el barro y estuvo a punto de volcar.
Alrededor de la 1 de este martes, el conductor del interno 44 de la empresa San Felipe, con destino a la provincia de Tucumán y con 55 pasajeros a bordo, se equivocó de camino en el cruce de Candelaria y ante la oscuridad reinante, el clima adverso y el desconocimiento del nuevo trazo de la 12, terminó en la ruta provincial 204 que conduce a Profundidad.
Pero a poco de transitar la ruta 204, se termina el asfalto y debido a las torrenciales lluvias de los últimos días, el barro estuvo a punto de jugar más en contra aún del chofer de la empresa San Felipe. Es que el ómnibus se deslizó y quedó al borde de la banquina y de volcar.
La Policía y los bomberos de la localidad de Candelaria acudieron al lugar para ayudar a los pasajeros y asistir a los responsables del micro y poder sacarlo de la incómoda posición en el que quedó en plena oscuridad de la madrugada.
Niños y ancianos eran parte del contigente.
Manuel, el chofer
Manuel L. uno de los choferes dijo a El Territorio que «realmente es complicada la oscuridad y falta de señalización que hay en la zona,confunde mucho a quienes no transitamos seguimos por aquí, nosotros creiamos que tomamos la ruta rumbo a Corrientes para seguir hacia Tucumán pero de pronto nos dimos cuenta que él asfalto terminó que se ponía más difícil seguir por el barro y decidimos volver, como no había dónde dar vuelta con un colectivo de este tamaño, nos largamos marcha atrás hasta que en un momento por efecto del mismo barro el vehículo se deslizó y caímos en la cuneta de la que ya no pudimos salir…, no podíamos dejar a la gente adentro del coche por precaución ya que estaba muy inclinado y el peso más movimiento lo podía acostar» dijo.
Los turistas, que estaban todos en la ruta 204, fueron asistidos por los bomberos voluntarios de Candelaria, a cuyo cuartel fueron llevadas las personas más adultas y madres con niños. Estuvo la policía de Candelaria y de Profundidad custodiando el lugar para dar tranquilidad de la gente.
A las 4.30 recién pudo ser retirado el micro con la ayuda de una retroexcavadora de la municipalidad de Candelaria.
«Una noche para no olvidar»
Una de las pasajeras dijo a El Territorio que «es una noche para no olvidar ya que estar en medio de la nada en la oscuridad de la noche es preocupante».
Todos estaban indignados con la empresa concesionaria de peaje porque ellos debían asistir a la gente que tiene un percance en la ruta pero ninguno de los números de contacto que figura en el tiket, respondía
Fuente D. El Territorio