Orlando Benta es productor agropecuario en Curuzú Cuatiá y en diálogo con Sudamericana afirmó que es “una zona de desastre” porque vienen de un faltante de lluvias de casi tres años. Y, ante la seca, el pequeño productor debe comprar pasturas para alimentar a los animales.
“He visto secas fuertes y grandes, pero más cortas; no hay pasto”, aseguró. Explicó que además de la falta de agua “el tapiz natural se ve gravemente dañado” porque aún no se recupera de los incendios del año pasado.
“Al haber escasez, suben los costos, porque no conseguimos alimentos; toda la zona está afectada”, afirmó firmemente.
PERSPECTIVA DE LA HACIENDA
“Hay mucha mortandad y pérdida general del estado de la hacienda”, informó. Sobre esta cuestión, explicó que “el año pasado se preñó mal a las vacas, por lo que la producción de terneros es baja”. Por este motivo, “vamos a tener baja producción de hacienda”.
“Vendemos para que no se quede en el campo”, aseguró porque “buscan sobrevivir a esta situación”. El año que viene, “seguramente escaseará el ternero, valdrá más e impactará en el precio de la carne”.
Fuente radio sudamericana