El escándalo en Mburucuyá, ocurrido cuando el actual intendente, Pablo Guastavino, agredió físicamente al periodista Marcelo Florindo, mientras su hermano le robaba el celular, se desató por un camión de mercaderías. El trabajador de prensa filmó con su teléfono el instante, que bajaban irregularmente cajas de alimentos de desarrollo social en el domicilio del padre del jefe comunal. Víveres que después no eran entregados a los comedores municipales, simplemente, porque hasta ese momento no existían. Por al ataque a Florindo, que quedó registrado en cámaras de seguridad, hay una causa judicial. Las imágenes se desparramaron por las redes y los medios nacionales.
El tiempo pasó, pero más allá del escarmiento y la imputación penal de los involucrados, la historia volvió a repetirse. Horas atrás, nuevamente un camión de gran porte bajó alimentos oficiales en la casa del padre de los Guastavino. Impunidad total. Aunque usted no lo crea.
Fuente diario 1588