Este martes comienza la ronda de indagatorias a las personas que asistieron a la fiesta clandestina realizada en una quinta en Santa Ana el sábado 1 de agosto. Luego del inicio de las testimoniales con vecinos de la zona, que comparecieron ante la fiscal Andrea González para testificar sobre la escandalosa reunión que involucró a más de 300 personas y más de 100 vehículos, la situación tomó ribetes muy complejos, con diversas versiones que iban desde un número sideral de personas hasta la concurrencia de ciudadanos chaqueños.
La Dos charló en exclusiva con dos asistentes al evento, que dieron detalles desde el anonimato a la espera de su turno para declarar. Contaron que cuando la Policía bajó al lugar el dueño de la quinta empezó a pedir plata para intentar coimearlos. «Es conocido y está en la movida electrónica. Ese día terminé de laburar, fui tarde, cerca de la 1 de la mañana y la gente ya estaba ahí. A la media hora cayó la Policía», contó una de las jóvenes entrevistadas.
«No me di cuenta de la cantidad de gente que había hasta que prendieron las luces y se iluminó el campo», detalló y agregó que «hubo gente que se fue caminando y hasta corriendo por el monte yhoy no está haciendo la cuarentenaobligatoria porque la Policía no los pudo identificar. Otras personas dieron mal sus números o atendían la llamada del Ministerio de Seguridad y les cortaban».
El segundo entrevistado, un muchacho que también acordó reservar su identidad, también aseguró que «muchas gente fue a la fiesta y hoy hace su vida tranquila por la calle, encima publican cosas en redes sociales como si nada».
Fuente La Dos