Es lo que está sucediendo en Tandil, una ciudad argentina de 120.000 habitantes. De todos ellos, hay tres que escriben el argumento y el resto de la población que toma partido, se olvida por un rato del coronavirus y se transforma en espectador ávido de este triángulo.
La primera protagonista es una abogada. Su casa apareció escrachada con unas pintadas insultantes y difamantes. La acusan de ser amante de un hombre casado. Allí aparece el actor principal: las pintadas eran claras. Se trata de Miguel. Según los chismes y posteos en las redes Miguel es un abogado casado.
Y allí aparece la actriz de reparto. La autora de las pintadas no sería otra que la esposa traicionada del abogado.
El escándalo se viralizó y toda la ciudad transformó la casa de la abogada en una visita turística obligada. Tarde muchachos. La letrada procedió a llamar a un equipo de pintores que dejó paredes, rejas y persianas como nuevas.
Pero esta tragicomedia tiene más actos. El abogado señalado se subió a las redes y dijo que él no es el marido traicionero. La gente divide opiniones a favor y en contra del engañador desconocido y hasta convocaron a una marcha a favor de Miguel, el abogado que niega ser parte de este triángulo amoroso.
Fuente la dos