Actualmente conviven en un predio de Garupá tres familias –unas nueve personas- que llegaron en situación precaria. “No tenemos recursos, intentamos reconstruir nuestras vidas social y laboralmente”, dijo Mejías. “Entramos bajo el convenio de Mercosur, la bondad del Ejecutivo Argentino nos permitió iniciar el proceso de radicación que nos cuesta 3 mil pesos”, explicó. Sobre las familias que llegaron al país y ahora residen en Garupá, Mejías contó que el viaje se inició en Carácas hacia la frontera con Brasil y lo más económico es tomar un vuelo hasta Foz de Iguazú y continuar el viaje por tierra. “Se pueden gastar 300 dólares, una fortuna alta en Venezuela, un dólar son 6 millones de bolívares y un sueldo mínimo son 5 millones y medio”, relató. Al costo monetario y burocracias para salir del país, se suman las complicaciones con documentaciones de sus hijos; algunos tuvieron que atravesar todo Brasil y llegar a Argentina sin DNI. Finalmente Mejías aclaró: “No somos refugiados. Somos inmigrantes forzados”. “La mayoría de la gente sale de Venezuela por la situación económica, además de la inseguridad”, sentenció. – Vía MisionesCuatro.com
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