El director de la compañía aseveró que la suspensión y la revisión técnica extraordinaria que realizó Dirección General de Aeronáutica Civil tras el siniestro «se hicieron ilegalmente» bajo «flagrantes violaciones del marco legal». El accidente dejó 112 muertos
La aerolínea mexicana Global Air, propietaria del avión accidentado el 18 de mayo en La Habana, informó que el accidente se debió a un «fallo humano» de los pilotos, que despegaron con «un ángulo de ascenso muy pronunciado», y calificó de «ilegal» la suspensión de actividades de la empresa.
Manuel Rodríguez, director general de Global Air, explicó en un comunicado que las investigaciones de las autoridades cubanas «revelan que la tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave», dejando 112 muertos.
/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2018/07/16181236/comunicado-global-air.png)
Un antiguo piloto y un exsobrecargo de la compañía denunciaron en varios medios, que el siniestro «era algo anunciado» debido a las «condiciones absolutamente inseguras» en que volaba la compañía.
La gestión de Global Air estuvo marcada por una gran opacidad tanto antes como después del accidente, puesto que la empresa se negó a dar declaraciones a los medios y no disponía de página web ni de redes sociales activas.
La cubana Mailén Díaz Almaguer, única superviviente del accidente aéreo, está estable y responde favorablemente al tratamiento, aunque su estado es «crítico» debido a afectaciones respiratorias, señaló un informe médico el pasado 4 de julio.