Comienza el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa: así fue el brutal ataque de los ocho rugbiers

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En 2020, el joven de 18 años recibió una golpiza mortal a la salida del boliche Le Brique. Este 2 de enero comenzará en Dolores el debate por el homicidio que conmocionó al país. Algunos de los imputados podrían ser sentenciados a prisión perpetua.

 

Además, hubo otro amigo de los rugbiers que fue identificado en aquel momento, Tomás Colazzo. Estaba con sus papás en Villa Gesell y esa noche fue al boliche con el grupo. En las imágenes se lo ve caminando con los imputados hasta el chalet que ellos estaban alquilando y hasta hay una foto de él con los agresores.

Se lo observa muy cerca de la zona del ataque, pero sin tomar algún rol activo. Lo único que hizo fue agarrar a Thomsen de un hombro para que dejara de golpear a Fernando y no está imputado.

Pablo Ventura, el inculpado que no tuvo nada que ver

El joven que ahora tiene 22 años fue arrestado el 19 de enero de 2020 en su casa de Zárate. Luego lo trasladaron a Villa Gesell, donde pocos días después quedó excarcelado por falta de pruebas. Desde un primer momento, tanto él como su familia aseguraron que la noche del crimen Pablo había estado en Zárate. Además, afirmaron que nunca estuvo en la ciudad balnearia.

Tras su liberación, regresó a su domicilio y a principios de febrero de ese mismo año el juez Mancinelli lo sobreseyó, por lo que quedó totalmente desvinculado de la causa.

Según los investigadores, uno de los diez rugbiers fue quien lo señaló como sospechoso. Sin embargo, el joven dijo públicamente que a los acusados no los conocía y que solo se había cruzado con alguno en un boliche, y que no sabe por qué lo involucraron en el hecho.

A 3 años del crimen, esta fue la investigación

Tras ser detenidos horas después del asesinato y negarse a declarar en la fiscalía de Villa Gesell, cinco de los rugbiers fueron trasladados a Pinamar, mientras que el resto se quedó en Gesell.

En ese momento, se comenzaron a juntar las primeras pruebas: videos filmados por testigos y cámaras de seguridad del boliche y de la calle. En el chalet que habían alquilado los investigadores encontraron prendas de vestir y zapatos manchados con sangre, de los cuales un par eran de Thomsen.

Para verificar si eran sus suelas las que habían impactado en la cabeza de Fernando, se hizo una prueba que estuvo a cargo de la Policía de Tierra del Fuego. Además, los celulares de los jóvenes fueron secuestrados y enviados a un peritaje en un laboratorio de Mar del Plata. Luego, se conoció que uno de ellos había grabado todo el ataque.

ambién declararon los principales testigos, entre ellos los amigos de Fernando. Además, dieron a conocer los resultados de la autopsia, la cual señaló que Báez Sosa murió por un shock neurogénico que le provocó hemorragias internas en el cuerpo. Por este resultado, no se puede precisar quién dio el golpe mortal.

Durante las semanas posteriores al crimen, se llevaron a cabo ruedas de reconocimiento de los detenidos. El fin era determinar con exactitud el rol de cada uno de los atacantes. Todos ellos fueron reconocidos, excepto Milanesi, que quedó en libertad.

En un primer momento, en la causa se habló de una carátula de homicidio en riña. Sin embargo, al pasar los días, la fiscal los imputó por homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas. Esto prevé una pena de reclusión perpetua.

Máximo Thomsen y Ciro Pertossi fueron imputados como coautores del crimen, en tanto que a los ocho restantes se les asignó la imputación de “partícipes necesarios”. A partir de eso, fueron trasladados al penal de Dolores. Asimismo, siguieron apareciendo videos y mensajes de WhatsApp en los que se podía esclarecer mejor el rol que tuvo cada uno.

El 10 de febrero de 2020, la fiscal Verónica Zamboni pidió la prisión preventiva para ocho de los diez imputados: Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi, Thomsen, Benicelli, Cinalli, Comelli y Viollaz.

A su vez, en aquel momento solicitó la libertad provisional por supuesta falta de mérito para Milanesi -quien no fue reconocido en las ruedas de reconocimiento- y Guarino -que se había manifestado como sujeto pasivo, es decir, que no participó del ataque-.

A estos dos últimos no se les encontró evidencia suficiente para ubicarlos en el lugar al momento del ataque. No obstante, continuaron imputados y sometidos al proceso, pero en libertad.

El juicio a los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa

Después de 3 años de espera, este 2 de enero comenzará el debate oral contra los rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa. Está previsto que termine el 31 del mismo mes, aunque hay muchas posibilidades de que se extienda, debido a que hay un gran número de testigos citados para prestar declaración.

En un principio, los rugbiers estuvieron alojados en el penal de Dolores. Finalmente, en marzo de 2020 fueron trasladados a La Plata, donde esperan el inicio del juicio.

Desde el día del ataque hasta ahora, ninguno de los ocho habló públicamente para no romper el pacto de silencio y durante el debate será la primera vez que lo harán. Seguramente allí contarán cómo ocurrió la golpiza e intentarán defenderse, cada uno desde su rol y con su debida participación en el crimen.