Atienden entre tres y cuatro niños por día víctimas de abuso sexual o violencia en el Pediátrico

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En el marco del rol protagónico del sistema de salud para detección y atención de situaciones de violencia sexual en niños, niñas y adolescentes, Diario Chaco  dialogó con la directora del Servicio de Atención Integral a Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violencia (SAINNAV) del hospital Pediátrico, Ivana Diambri, para conocer la realidad actual en la provincia y el trabajo del área que lleva siete años activa.

Diambri forma parte del Servicio desde 2020 y hace pocas semanas asumió el cargo de directora, ahora junto con su equipo de profesionales trabajan en una reestructuración del área para ampliar las articulaciones con otros sectores y poner en marcha un dispositivo de seguimiento de las víctimas.

Son entre tres y cuatro los pacientes que el área recibe diariamente por sospecha de abuso sexual o violencia, señaló la funcionaria respecto del promedio de casos que reciben desde el Ministerio de Desarrollo Social o surgen de la demanda espontánea dentro del servicio de Salud Pública.

Nosotros lo que vemos en realidad es la punta del iceberg, los casos que se visibilizan

«Recibimos los casos de distintas formas, por un lado, de derivaciones o solicitudes de atención de Desarrollo Social, específicamente de la Línea 102. Aproximadamente se están recibiendo dos solicitudes de atención por día de esa área», señaló.

A esto se suman las interconsultas de otras salas del hospital Pediátrico y «las familias que concurren a la guardia» del nosocomio, cuyos casos varían en número día a día. «Ante algún caso o sospecha de violencia sexual o maltrato infantil se solicita posteriormente la intervención del Servicio, eso es lo que puede variar dependiendo de la demanda espontánea», explicó.

También se derivan de la atención en Salud Mental que al presente cuenta con guardia pasiva desde el horario de las 16:00 hasta las 08:00, y una guardia activa de 08:00 a 16:00. Y la guardia médica que está las 24 horas.

«Actualmente, estamos teniendo dos solicitudes por día de Desarrollo Social y en demanda espontánea, entre tres o cuatro casos por día de sospecha», detalló.

Consultada sobre la realidad pos pandemia, Diambri descartó hablar de un aumento o disminución de casos respecto de otros períodos y explicó que lo notable fue la merma en las denuncias. «Lo que sucedió en pandemia fue que, por ejemplo, las escuelas no demandaban o no derivaban para la atención porque los niños prácticamente no concurrían a las aulas, era solamente virtual», indicó.

Este año se han atendido desde bebés de entre 6 y 7 meses hasta a adolescentes de 13 y casi 14 años

«No sé si se puede hablar de un aumento o disminución de casos porque nosotros lo que vemos en realidad es la punta del iceberg, los casos que se visibilizan», aseveró y agregó que «ahora, al estar las redes activadas, lo que se va a observar es mayor circulación de familias y de personas que se preguntan sobre esa sospecha».

En cuanto a las denuncias que surgen precisamente de los establecimientos educativos, la profesional detalló que «muchos docentes a veces se acercan a consultar y, si no se acercan al hospital, si lo hacen a los centros de salud o bien en los CIC, que después nos remiten«.

Sobre la franja etaria de los casos, Diambri contó que se atienden sospechas desde los primeros meses de edad hasta la adolescencia y añadió: «Este año se han atendido desde bebés de entre 6 y 7 meses hasta a adolescentes de 13 y casi 14 años, porque tenemos la atención de niños, niñas y adolescente de hasta 13 años y 11 meses, 29 días. Ya a los 14 pasan al Servicio de Adolescencia del hospital Perrando».

Otras de las vías por las que se detectan casos o sospechas de abuso sexual o violencia, es «muchas la interconsulta, por ejemplo, de Infectología del hospital que al detectar una enfermedad de transmisión sexual realiza la interconsulta a nuestro servicio. Por otro lado, puede suceder que, al realizar un examen médico y pedido de laboratorio, los resultados arrojen enfermedades de transmisión sexual».

LA IMPORTANCIA DE LA ESCUCHA

A diferencia del maltrato físico, que puede revelarse por las claras señales que deja en el cuerpo de las víctimas, la detección del niño que fue o está siendo víctima de abuso sexual depende de escucharlo para saber qué pasó.

«Como primera instancia, lo importante es poder brindar una escucha activa al niño, que no minimice los relatos, que sea una escucha atenta, eso es lo fundamental», coincidió Diambri con un documento elaborado por UNICEF que alerta sobre el abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes como una de las peores formas de violencia contra la niñez y adolescencia y que, a pesar de ser un problema creciente en el mundo, la mayoría de los casos no son detectados ni denunciados.

Como primera instancia, lo importante es poder brindar una escucha activa al niño

A partir de allí, la profesional hace hincapié en comprender que «el niño hay cuestiones que no va a inventarlas, no las puede fabular. Muchas veces lo que sucede es que, ante lo difícil que es poder dimensionar este tipo de situaciones y elaborarlas para el adulto, se tiende a minimizar el relato del niño, cuando hay un relato ya que muchas veces puede que no lo haya».

«Muchas veces al ser una situación traumática no nos encontremos con el relato del niño, quizás nos encontremos con conductas sexualizadas, nos está diciendo que algo está sucediendo, algo le está sucediendo a ese niño. No es un momento en el cual va a saber qué le está sucediendo, pero si es una señal de alarma que es necesario brindarle una atención«, aseguró.

DETALLES DEL SERVICIO

«Estamos en un proceso de reestructuración del servicio. Con la posibilidad de trabajar con otros servicios también como Salud Mental y con el servicio social. Estamos aún en un proceso de pensar cómo trabajar», adelantó Diambri.

Detalló que el servicio «está compuesto actualmente por una médica ginecóloga, una médica pediatra, una trabajadora social, y yo como directora, somos el equipo técnico; tenemos además una enfermera y una trabajadora administrativa«.

«Recibimos el caso, hacemos una atención al referente familiar y posteriormente al niño, niña o adolescente. Se hace una atención en urgencia, es importante remarcar que hacemos la atención en urgencia y, a partir de allí, se piensan las estrategias de intervención», enumeró.

En esa línea, ejemplificó: «Evaluamos si es necesario un tratamiento psicológico, si va a ser necesario que Desarrollo Social continúe realizando el seguimiento; es necesario articular con otro servicio del hospital; y si es necesario que se adopte alguna medida de protección, la sugerimos mediante un informe».

«A partir de esa primera entrevista que tenemos con el referente familiar y con el niño, niña o adolescente, se platean las estrategias de acción.  En eso consiste nuestro trabajo», sostuvo Diambri y destacó que el equipo ahora se aboca a la «elaboración de un dispositivo de seguimiento de los casos que ya hemos atendido, que hasta el momento no estaba implementado«.

Otra de las acciones del Servicio son las formas de prevención, respecto de ese punto, la profesional comentó que, «por el momento», se abocan a la «elaboración de contenidos para subirlos a las redes. Tenemos páginas en Facebook e Instagram».

«Estamos en el proceso de elaborar contenido, sobre todo basados en los contenidos de la Educación Sexual Integral (ESI), la diferenciación de los decretos, la prevención del grooming. Esas cuestiones que nos parecen sumamente importantes para difundirlas. Por el momento ese es el espacio que tenemos de prevención», afirmó.

También se articula con el programa de Primera Infancia de Nación, que hoy justamente comenzó a trabajar en la sala de espera del hospital. «Es un trabajo que está realizando el hospital y nuestro servicio se sumó a la iniciativa. Ellos trabajan todo lo que es la línea de prevención y lo van hacer en la sala de espera. Ahí se aborda, por ejemplo, los buenos tratos; cómo establecer límites con los niños, entre otros temas».

El Servicio de Atención Integral a Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas de Violencia funciona en el hospital Pediátrico, en el consultorio Nº 31, de lunes a viernes de 08:00 a 16:00 horas.