El hospital Ángela Iglesia de Llano realiza distintas acciones a fin de concientizar sobre la importancia y los beneficios que trae consigo amamantar. A diario, más de una decena de madres son asesoradas por un equipo de profesionales.
En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se conmemorará desde el 1º al 7 de agosto, en el hospital Ángela Iglesia de Llano se está preparando una jornada de capacitación sobre lactancia, durante la semana que viene.
La leche materna es el alimento más nutritivo para el recién nacido y asegura un óptimo crecimiento, maduración y salud. Sus componentes protegen al niño, mientras su sistema inmunitario completa su desarrollo, protegiéndolo de enfermedades como catarros, bronquiolitis, neumonía, otitis, infecciones de orina, etc.
La lactancia materna desarrolla un fuerte vínculo entre madre e hijo, satisface necesidades del bebé como la proximidad y seguridad que favorecen su autoestima y la relación con la mamá. A través de ésta, el bebé puede percibir la voz, el olor, el latido cardiaco de la madre; y vuelve a sentir aquellos momentos en los que se encontraba en el vientre materno. Estas sensaciones lo reconfortarán y lo harán sentir tranquilo y seguro.
Es así que en el hospital Llano, todos los días antes de un alta, se brinda a las madres información acerca de lactancia, beneficios, signos de alarma, posiciones, alimentación durante la lactancia, mecanismo de producción, entre otros.
”Durante las clases de preparto tenemos una charla de dos horas solo de lactancia. Además, el hospital cuenta con una agente sanitaria que todos los días aconseja y asesora a las madres respecto a lactancia, durante el primer control de niños sanos que realizan las mamis”, aseveró a época la obstétrica Claudia Fernández.
A ambas capacitaciones, sobre preparto y “el Rinconcito de la Lactancia”, siempre asisten de 8 a 12 madres y luego del alta, reciben de 10 a 13 por día.
Las ventajas de la lactancia materna son más que conocidas. Es una manera natural y eficaz de promover en el bebé, un completo desarrollo sensorial y cognitivo, protegerlo de muchas enfermedades, reducir el riesgo de mortalidad infantil y aumentar sus defensas.
La leche materna proporciona las proteínas, la grasa y el azúcar que el bebé necesita para reforzar su sistema inmunológico. Cuando el bebé entra en contacto con la leche materna disminuye el riesgo de muerte súbita y las probabilidades de sufrir de otitis, infecciones del tracto urinario, neumonía, vómitos, diarrea y ciertos tipos de meningitis.
Cabe señalar que algunas de las sustancias presentes en la leche materna, no solo protegen al bebé contra una amplia variedad de enfermedades durante el proceso sino también hasta 2 años después.