Gracias a Frozen, resuelven uno de los casos más misteriosos del siglo XX

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El conocido incidente del Paso Dyatlov ha pasado a la historia como uno de los más grandes misterios del siglo XX. En 1959, en medio de una expedición por la nieve, nueve montañistas rusos murieron sin que se pudiera determinar las condiciones de su deceso. Hoy, más de 60 años después, la ciencia apunta a un tipo de avalancha particular gracias a la película de Disney, Frozen.

El film que narra las aventuras de Elsa, Anna, Olaf y Kristoff puede haber sido clave en la resolución de uno de los misterios más inquietantes del último siglo. Según un artículo publicado en la sección Communications Earth and Environment, de Nature, el hecho que tuvo lugar en un remoto paso en los montes Urales se originó por una combinación de factores que derivaron en una avalancha mortal para los excursionistas.

El Incidente del Paso Dyatlov

El 23 de enero de 1959, nueve alumnos del Instituto Politécnico de Yekaterinburg emprendieron una excursión por los montes Urales. Según reporta el sitio National Geographic, una semana después, los jóvenes acamparon en el Paso Dyatlov. Nunca más se los vio.

Semanas de búsqueda siguieron hasta que los equipos de rescate finalmente dieron con los restos de los estudiantes rusos. Al descubrir los cadáveres, las autopsias arrojaron que si bien algunos murieron de hipotermia, otros lo hicieron a causa de violentas mutilaciones en los ojos y extremidades.

Con el paso de los años, las investigaciones arrojaron todo tipo de teorías conspirativas para explicar el origen del incidente. En 2019, Rusia dio por cerrado el caso al asumir que fue una avalancha lo que con mayor probabilidad provocó la muerte de los excursionistas, pero nunca se logró explicar la violencia que algunos cadáveres registraban. La publicación de los científicos Johan Gaume y Alexander M. Puzrin llega para poner fin al misterio gracias a la inspiración obtenida al ver la película Frozen, de Disney.

Tras ver el film, Gaume se sorprendió al ver cómo la animación recreó de manera tan real los efectos de la nieve. El científico se contactó con la producción de la animación, viajó a Hollywood y solicitó que le prestaran la tecnología que habían utilizado para hacer la película. Allí encontró respuestas.

El especialista obtuvo los códigos de animación de los copos de nieve y cruzó esa información con los datos que tenía del caso ruso y, de esa manera, recreó una simulación de los hechos. Según Gaume, la nieve combinada con los fuertes vientos habrían provocado las -hasta ahora- inexplicables heridas. Desde el ángulo desde donde se dio el impacto de la avalancha y a la velocidad que fue, se asume que esa nieve tuvo la potencia que un proyectil hecho de hielo.