EL CASO
La abogada goyana Gisela Dezorzi se presentó ante el juez Lucio López Lecube y contó detalles de la brutal golpiza que sufrió hace dos meses por parte de su ex pareja, el letrado Cristian Casco, quien permanece detenido acusado de los delitos de violación de domicilio e intento de femicidio. Citarán al médico policial.
La mujer compareció por más de dos horas ante el juez Lucio López Lecube, quien impidió que el abogado querellante participara de la audiencia.
En declaraciones el doctor Pablo Fleitas, que la representa, informó que él no pudo ser parte de la diligencia.
“Pese a que nos constituimos como querellantes no me dejaron participar. Fue una decisión totalmente arbitraria y sin fundamento legal. No quisieron que estuviera presente. Pero el abogado defensor de Casco sí pudo estar e incluso trató de entorpecer la declaración y desviarlo del hecho puntual que fue el violento ataque a mi defendida por parte del detenido”, explicó.
“Se condujeron con una extrema ilegitimidad. Dezorzi declaró sola ante el juez, el fiscal Palizá y el abogado de Casco. Es por eso que en varias oportunidades la audiencia tuvo que suspenderse, porque ella estaba en un estado emocional muy delicado. Incluso al terminar su testimonio casi se desmayó. Fue muy duro para ella revivir todo y sin tener a alguien que la contenga”, afirmó Fleitas.
En tanto, adelantó que presentarán ante el juez un cúmulo de estudios médicos y fotografías para quede constancia de las graves lesiones que sufrió la mujer.
“También vamos a citar a declarar al médico policial que la examinó. Deberá explicar por qué intentó desviar la investigación”, precisó el letrado querellante.
Cabe recordar que la causa estaba caratulada como supuestas lesiones graves mediando violencia de género. Por último, el doctor Fleitas dijo que Dezorzi autorizó que se publicaran las imágenes que le tomaron luego de sufrir la golpiza, con el propósito de que el caso no quede impune.
La mujer fue atacada el pasado 2 de marzo cuando llegaba a su domicilio. Sufrió traumatismos en la cabeza, en distintas partes del cuerpo y, quizás lo más grave, la fractura de dos costillas.
Tres días antes de ser atacada, Dezorzi había decidido poner fin a la relación sentimental con Casco debido a que ya se había suscitado una serie de episodios de violencia y celos.
De acuerdo al testimonio de Dezorzi, el día del ataque Casco la siguió con su camioneta y cuando ella llegó a su domicilio, la tomó del pelo y la arrojó al suelo. Allí se le subió encima para darle golpes de puño en la cara y todo el cuerpo.