Familiares de Mario Joaquín Ayala, un hombre que murió de covid-19 la semana pasada en el hospital de campaña, realizaron una denuncia en la Comisaría 19 de la ciudad porque aseguran que el hombre falleció “bajo las peores condiciones anímicas y sanitarias”. Una de sus hijas señaló que cuando entregaron los restos de su papá en el nosocomio, faltaban pertenencias, entre ellas el teléfono, que continuó en línea hasta hace algunos días.
De acuerdo con lo consignado, Ayala fue internado el 22 de octubre en la sala de “sospechosos”, donde quedó incomunicado debido al protocolo vigente. “Desde el momento que entró a ese hospital hicieron abandono de persona. No lo atendieron. Lo dejaron en una cama. Después, cuando comprobaron que era positivo empezaron a ponerle oxígeno. Jamás nos dieron un parte y tuvimos que hacer lo imposible para saber algo de él”, relató Cecilia, una de sus hijas.
“Después entró a terapia y recién nos avisaron que estaba delicada su situación. Y así pasaron los días. Llamaban y decían que estaba estable. Todas mentiras, el domingo nos avisaron que murió”, continuó, para referirse al suceso del 1 de noviembre.
“Sin consuelo y con la enorme tristeza de la pérdida, la familia Ayala comparte su testimonio para evitar nuevos sucesos de esta índole, y que las autoridades tomen los recaudos necesarios, para evitar destrato, negligencia y falta de humanidad”, escribieron allegados al núcleo familiar, en un texto que entregaron también a El Litoral.
