La Policía desbarató una fiesta ilegal con 40 invitados y hubo 3.000 alertas al 911

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La totalidad de llamadas al sistema de emergencias 911 de este sábado y ayer se sostuvo desde el fin de semana anterior, con 3 mil alertas. La temperatura cálida en Corrientes esta vez permitió la llegada de más de mil personas a las tres playas capitalinas habilitadas; también encuentros clandestinos que fueron interrumpidos por la Policía.

Por alertas de los vecinos al sistema de emergencias 911, la Policía de Corrientes interrumpió una fiesta clandestina en la madrugada de ayer en el barrio Molina Punta. El lugar fue desalojado y los efectivos labraron el acta de infracción por violar el artículo 205 del Código Penal argentino.

A las 4 de la madrugada los agentes policiales llegaron hasta el domicilio de Los Lirios y Río Dulce, donde encontraron a 40 personas en una fiesta que, en este contexto de pandemia, es considerada clandestina por violar las normativas que establecen las reuniones sociales de no más de 10 personas.

“El personal policial motorista perteneciente al Grim 4, constató la realización de una fiesta clandestina con la presencia de 40 personas en un domicilio ubicado por calle Río Dulce en el barrio Molina Punta”, confirmó a El Litoral el comisario jefe de la Metropolitana, César Fernández.

El Código Penal argentino establece que será reprimido con prisión de seis meses a dos años para quienes violen las medidas adoptadas por las autoridades para impedir la introducción o propagación de una epidemia.

Sanciones

Al igual que en agosto, cuando la Policía de Corrientes interrumpió al menos un encuentro clandestino por semana, en octubre está de turno el Juzgado Correccional N° 2. Sin embargo, por las diferentes ferias que tuvo que atravesar el Poder Judicial de Corrientes para prevenir contagios de covid-19 en sus edificios, las causas de fiestas clandestinas aún no tuvieron resolución.

En el caso de la primera de ellas, interrumpida en la madrugada del 2 de agosto en un terreno cercano a la Laguna Soto, faltan las declaraciones de algunos imputados para completar los 303 testimonios de las personas que participaron de esa fiesta electrónica a las afueras de Corrientes.

Llamadas al 911

De acuerdo con los registros de la fuerza de seguridad provincial, gran parte de estas llamadas son para denunciar ruidos molestos provenientes de fiestas que exceden los horarios nocturnos, y la cantidad de personas permitidas para los encuentros sociales.

Por ello, las autoridades policiales hablan de que en esta pandemia deben cumplir dos funciones: por un lado el control tradicional y la prevención de delitos, y por otro la vigilancia de la distancia social y el uso de barbijos para evitar contagios de covid-19 en los espacios públicos.

El sábado a la mañana temprano y ayer por la madrugada la Policía interrumpió dos reuniones. En el primer caso un local chamamecero que excedió el horario permitido de las 3 de la madrugada para los bares; y la segunda reunión por contener a 40 personas, cuando sigue vigente la prohibición de reuniones sociales para más de 10 personas.

Si bien los agentes policiales advierten que en los retenes de seguridad vial el tránsito crece en cada fin de semana, las estadísticas de georreferencia muestran que la ciudad de Corrientes se mantiene por debajo de los parámetros normales de movilidad urbana registrados antes de la pandemia. A la par, el informe de Google indicó que también se mantiene la cantidad de correntinos que prefieren quedarse en sus casas.

En septiembre hubo una sola intervención, en una fiesta clandestina que concluyó con la muerte de un joven deportista. En cambio, en lo que va de octubre ya ascienden a dos este tipo de operativos de la fuerza pública.

Luego de dos semanas de las últimas flexibilizaciones en los horarios comerciales no hubo cambios en el sistema de control de la Policía de Corrientes mediante los retenes. También se mantienen en las calles los agentes del Grupo de Intervención Rápida (GIR) y el Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (Grim) para los recorridos y patrullajes.

Fuente el litoral (IB)