Un nene de 12 años conmovió a Corrientes al cavar una tumba y degollar a su compañerito

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El asesino, de apenas 12 años, había declarado que el plan para matar a su compañero de escuela lo tenía planificado desde hace varios meses. Para concretar el crimen utilizó un cuchillo de 18 centímetros de hoja. “Lo maté porque me tenía cansado. Me molestaba todos los días en la escuela; lo tenía que matar”. Esas fueron las palabras que utilizó un nene de 12 años para confesar, ante la policía, que había asesinado a su compañero de curso, Agustín Esteche (13), de un puntazo mortal en el cuello.

 

El crimen ocurrió en Ituzaingó el jueves 27 de septiembre de 2007, entre las 17 y 17.20 horas, en el domicilio del responsable del crimen. Ese día ambos menores se juntaron a hacer un trabajo práctico  de Tecnología. Como de costumbre, el precoz asesino se encontraba solo en su vivienda ubicada en la zona céntrica de la localidad ubicada a unos 170 kilómetros al Este de la capital provincial.

 

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Esteche pertenencia a una humilde familia. Y como no contaba con una computadora tuvo que acceder a la invitación del alumno “ejemplar” y «aplicado». ¡Sí, sí!. Así lo calificaban profesores y autoridades del colegio “Juan Bautista Alberdi”, en donde el homicida venía de ser abanderado, en 2006, cuando cursó sexto grado con un promedio de 9,26 puntos.

 

La víctima, por su parte, había repetido séptimo año y esto le llevó a compartir salón con quien luego fuera el encargado de su muerte. “Salvo las situaciones comunes en todo preadolescente y que se dan en todo colegio, no había habido señales de que algo así podía ocurrir entre ellos”, había declarado uno de los maestros ante los investigadores.

 

“Voy a buscar unos apuntes”, fue lo último que escuchó Agustín en la voz de su compañero. Este ,sin embargo, fue en busca de un cuchillo de 18 centímetros de hoja y con esa arma blanca le cortó el cuello a quien se encontraba jugando en la computadora.

 

A pesar del brutal ataque, el chico de 13 años intentó correr para pedir ayuda aunque la intención duró pocos pasos y terminó cayendo fulminado cerca de la entrada de la casa.

 

En tanto, el agresor cruzó la calle y se dirigió hasta los de sus abuelos, que vivían enfrente, y les contó que un «hombre encapuchado había ingresado por el patio y mató a su compañero».

 

Esa misma excusó utilizó el “alumno ejemplar” ante los efectivos policiales, quienes fueron alertados por el abuelo del joven. Sin embargo, el falso relató no duró mucho y terminó confesando que él fue quien mató a Esteche.

 

Pero los escalofriantes detalles no finalizaron, porque luego reveló que el crimen ya lo venía preparando desde julio. Después agregó en su narración que había cavado un pozo en donde tenía previsto esconder el cadáver. «Creo que no lo pudo enterrar porque Agustín era más grande y pesado que él”, había dicho el padre de la víctima, Anselmo Esteche.

 

La investigación del aberrante suceso, que conmovió a Corrientes y tuvo gran repercusión nacional, estuvo a cargo del fiscal Eugenio Balbastro quien fue uno de los primeros en charlar con el victimario. “Me llamó la atención la templanza inicial del chico y lo poco nervioso que estaba”, contó Barbastro en diálogo con La Dos al recordar el crimen ocurrido hace 13 años atrás.

 

“Creo que le fallaron algunos cálculos. Pero su plan, si nosotros no éramos tan desconfiados, iba a permitirle, al menos por un tiempo, mantener impugne la situación”, consideró el letrado. Balbastro tuvo la difícil tarea de decirles a los padres de Agustín que su hijo había sido asesinado.  La Madre Mirta Ávila organizó una marcha del silencio cuando se cumplió una semana del crimen. “Lo único que quiero es justicia, porque esto no puede quedar así y no le puede pasar a ningún otro chico más”, reclamaba la mujer.

 

Pero ese pedido de justicia no pudo darse, ya que el asesino al tener 12 años  era inimputable. En la Argentina, de acuerdo a Régimen Penal de Minoridad, esta edad se estableció en los 16 años, es decir, que los menores de esa edad no pueden ser juzgados.

 

Según dijo Pabla, una de las tías del fallecido, el nene “tenía la mente bloqueada porque se la pasaba delante de internet” y  lo que le sucedió a su sobrino “fue consecuencia del descuido de los padres (del agresor), porque este chico vivía entre las cuatro paredes, sin la presencia de sus papás.”

 

El “monstruo”, como lo llamaban los vecinos de Ituzaingó tras el homicidio que cometió, fue alojado en el hospital local donde permaneció durante un día.  Luego, junto con su familia, habrían ido a vivir Buenos Aires y posteriormente a una provincia del sur en donde estarían radicado.  Hoy, el asesino tendría 25 años y disfruta de su libertad; pero lleva consigo la imagen de su compañero desangrándose y el momento de la cuchillada en el cuello que finalizó con la vida de Agustín Esteche.

Fuente Corriente hoy