Lesiones pulmonares y vasculares torácicas que produjeron un hemotorax” dice el certificado de defunción. “Muerte violenta por proyectiles de arma de fuego”, completa la hoja forense dando cuenta en plural de que fue más de un impacto de bala.
José Candia, el recluso del Penal 1, murió el martes por las heridas provocadas por balas descargadas desde armamentos que utilizan las fuerzas de seguridad según ha determinado la autopsia a su cuerpo.
Informaciones aportadas después por familiares de la víctima aseguran que fueron tres los balazos que lo alcanzaron y acabaron con su vida. La propia madre de Candia recibió esa precisión de boca del doctor Gálvez, el interviniente médico forense.
El fiscal Gustavo Robineau deberá ahora precisar cómo fueron exactamente los hechos y buscar al o los culpables entre las fuerzas de seguridad. El informe forense es lapidario para la teoría elucubrada ese día por las autoridades de seguridad de Corrientes y queda descartada la hipótesis plantada de una pelea de internos de distintos pabellones
“No fue un motín ni un enfrentamiento entre internos” pronunció tajante la Red Provincial de DDHH después del sangriento suceso en la Unidad Penal 1 que terminó con la muerte de Candia y una docena de heridos . Así lo enfatizó Hilda Presman «A José Mario Candia lo mató la cárcel, el sistema penal, los operadores de la (in)justicia , el servicio penitenciario y su desesperación por no ser una víctima más de la pandemia de Covid-19. Le arrancaron brutalmente sus 22 años de vida y su futuro, tras llevar cumplida casi completa su condena de 6 años de cárcel»
// Momarandu // Diario21