“Teníamos gran desesperación por la asfixia que estábamos sufriendo. Cabe destacar que hasta una mujer embarazada viajaba con nosotros”, relató Tatiana a #ComunidadTAG . Ella fue una pasajera este viernes a las 15 horas de un viaje para el olvido desde Sáenz Peña a Resistencia en la línea de colectivos La Termal.
Según relató, el colectivo tuvo que detenerse en una banquina por los gritos de la gente que comenzó a “desesperarse ante la inacción del chofer”. El aire acondicionado no funciona –contó- “pero aun así seguía encendid, lo que llevó a que se sobrecaliente y empezara a tirar como una neblina blanca por donde generalmente debemos recibir el aire”.
En un momento esa “neblina” se transformó en un humo que colapsó el interior del transporte. “Casi no podíamos vernos unos a los otros y apenas respirar, un par de pasajeros optaron por romper las ventanas con el martillo de emergencias para poder respirar y liberar ese aire que tan mal nos estaba haciendo”.
Tras el “desesperante” episodio el chofer “quedó dentro del colectivo sin dar respuesta alguna o comunicarse con nosotros, la mitad del colectivo se fue caminando al pueblo más cercano (Quitilipi), otros hicieron dedo y otros llamaron a familiares para que los busquen, todos empezamos a preguntarle al chofer cual era la respuesta ante tal situación y nos dijo de mala gana que venía otro colectivo, que esperemos”.
“CONDICIONES INHUMANAS”
Esperar el otro colectivo fue otro desafío, pleno sol y altas temperaturas. “Estuvimos esperando 35 minutos o un poco más en el rayo del sol, sabiendo que la sensación térmica a esa hora alcanzaba los 41°C”, contó Tatiana.
“Nunca funcionan los aires acondicionados en los colectivos de esta empresa y cuando llueve entra agua por todos lados, me ha tocado vivir una situación en la cual las personas desesperadas colocaban bolsas o cualquier otra cosa para que no entre más la lluvia al vehículo”, concluyó.
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