Las imágenes a las que accedió Norte de Corrientes esta semana de los pasillos, de los baños de la planta baja y otros sectores públicos, dan cuenta que el deterioro sigue, y son dolorosas y lamentables.
Sin ninguna intervención, la humedad y el moho avanza sobre las estructuras, en especial en las zonas de los conductos de aire acondicionado, y en las partes húmedas del edificio, como los baños, paredes y cielorrasos que se funden día a día.
A pesar de los carteles de obra que están al frente, de por sí totalmente deteriorado, y la fachada pintada de un verde pálido deslucido, es de por sí la imagen más deprimente que ofrece lo que una vez fue pensado como una obra de excelencia, al nivel de los mejores nosocomios infantiles del mundo, y que desde hace veinte años, viene sufriendo el olvido, la desidia y la destrucción sólo por representar al éxito de una gestión que supo poner a Corrientes de pie en tan sólo cuatro años.
Fuente norte
