«Fatiga» es el nombre de este firulais adoptado en un Jardín de Infantes. Rápidamente se ganó el cariño de los niños y de las «Seños.»
Además de dormir largas siestas en algunos espacios de la Institución se dedica a cuidar a los niños y jugar con ellos en el recreo.
Es un integrante más del jardín, tanto que tiene su propio delantal identificatorio y un collar con su nombre.
Este año, a fin de ciclo, los niños pidieron que sea premiado con el máximo honor: ser abanderado. Las maestras le colocaron una banda celeste y blanca y se tomaron una foto con él junto a la bandera nacional.
La tierna foto de Fatiga ya recorre las redes sociales. Se trata de un Jardín de Infantes en Buenos Aires.
Diario21.-