Todo sucedió a partir de un ilícito en la localidad correntina de San Luís del Palmar. El menor, protagonista del hurto, fue a una Mediación Penal Juvenil, donde pidió disculpas al ofendido por los daños ocasionados y éste las aceptó sin ninguna condición.
Además, se comprometió a «continuar sus estudios y prestar colaboración en el comercio donde cometido el delito, una vez por semana durante dos horas, a fin de aprender el oficio».
El escrito judicial que difundió el caso señala que el imputado, además, «se comprometió a restablecer vínculos con la comunidad religiosa de su barrio, Capilla Virgen de Itatí, para fortalecer valores morales como guía de conducta para aplicarlos con su familia y en la sociedad».
De la audiencia participaron, además de los dos implicados, la madre y el abogado del joven, el mediador Juan Fernández Aguerre, con conocimiento de la Asesora de Menores N° 1, Sonia Moreno.
La Mediación Penal Juvenil es el procedimiento por el cual un mediador acerca a las partes de un conflicto derivado de un ilícito. La particularidad de este caso es que el infractor es un adolescente. Se destacó que el fin de este procedimiento es «otorgar el espacio y la oportunidad para acordar una reparación aceptable para ambas partes».
«La mayor relevancia de este proceso radicó en promover la integración del joven, respetar los derechos humanos, así como las libertades de terceros y que el menor de edad en conflicto con la ley penal asuma una función constructiva en la sociedad», concluyó el Poder Judicial de Corrientes al difundir el caso.
Fuente 21tv
