La cantante Patricia Sosa es reconocida por su talento y trayectoria, pero también por su ayuda humanitaria, sobre todo en nuestra provincia, donde desde hace años asiste a las comunidades de El Impenetrable chaqueño.
El periodista Pablo Mascareño le realizó una entrevista para el diario La Nación, donde la artista contó su experiencia en esta región. La misma asegura que vio “viejos tirados en el suelo” en la localidad donde sus funcionarios se paseaban con autos importados, Villa Río Bermejito.
“Le dábamos agua a 3000 personas. Llegábamos a una comunidad, dejábamos cosas, y nos sentíamos muy importantes. Al otro día, esa comunidad estaba saqueada y lastimada por el prójimo. En una ocasión, un señor me dijo: «Usted va a hacer que nos maten a todos». Yo me preguntaba cómo podía suceder eso. Entones empezamos a cambiar la actitud, se acabó el asistencialismo. Pusimos una carpintería con maestros carpinteros que enseñaban el oficio, un taller de costura con costureras que trasladaban sus conocimientos. Llevamos educación y dos móviles sanitarios”, recordó Sosa.
Consultada por el periodista sobre la situación más dramático que le tocó ver, dijo: “Viejos tirados en el suelo en el medio de la selva. Una abuela muy mayor acostada en posición fetal que no quería ni que la toquemos. «Malo, malo», era lo único que decía en castellano. Un compañero nuestro la cargó a upa, pesaría no más de treinta kilos. La llevamos a la salita, estaba deshidratada, no podía tragar. Al tiempo pasamos, y nos dijo: «Bueno». Quería decir que estaba mejor. Fue tremendo”.
Asimismo, contó que le tocó asistir al parto de una nena de 12 años que daba a luz a su segundo hijo. “Tenía contracciones, pero ni se le inmutaba la cara. Absorta. Estaba en un pasillito, que parecía la sala de la muerte. El pasillo estaba dividido por una cortinita. De un lado, un señor con tuberculosis. Del otro, la nena parturienta. Le hablé un montón a su abuela sobre sexualidad, prevención. No me decía nada. Pensé que no me entendía porque no sabía el idioma. Hasta que finalmente me dijo: «Con usted, se terminaría la raza», relató.
Por otro lado, reconoció que “es fundamental asistir sanitariamente, pero también con educación. La única manera en que pueden salir adelante es con alguien del Estadoinstalado allí. Las comunidades que salen adelante son las que un cura, un matrimonio o el Estado se hacen cargo. A la deriva, nadie sale adelante. Por eso es tan importante que el Estado esté presente”, haciendo un llamado de atención al Gobierno.
Sin embargo, estas situaciones diarias en la zona poco importaron a los funcionarios de turno, como el ex intendente Lorenzo Heffner y el ex secretario de Gobierno del municipio, José Hipperdinger, quienes terminaron detenidos en el marco de la causa Lavado III.
Mientras sus pobladores morían de hambre, sin asistencia sanitaria ni educativa, estas autoridades junto a otras, tenían autos de alta gama, propiedades, importantes sumas de dinero en pesos, dólares y euros. Los mismos fueron imputados por lavado de activos agravado y otros delitos.