Sara Jineo está todavía indignada por lo que pasó cuando llevó a su hijo Camilo en 1988 al hospital de Temuco, en el sur de Chile, cuatro días después de dar a luz.
«Me engañaron», cuenta. «Me hicieron ir al hospital y dijeron que le harían un análisis de sangre a mi bebé«.
Pero la mujer que tomó a Camilo de los brazos de su madre nunca lo trajo de vuelta. «Busqué por todo el hospital y cuando salí y pedí ayuda a un policía, me miró, se rio de mí y me dijo que estaba loca«, recuerda.
Sara todavía vive en Temuco y ha buscado a su hijo durante 30 años. Está convencida de que se lo llevaron a un país extranjero.
Cuenta que un taxista le dijo que una mujer había llevado a un bebé llorando al aeropuerto el mismo día en que Camilo desapareció. Aparentemente, el niño estaba envuelto en la misma manta con que ella lo había cubierto.