Un loro llamado Nigel logró reunirse con su dueño británico después de desaparecer durante cuatro años, pero ahora habla español.
Se trata de un loro gris africano, que salió de su casa en California en 2010, y fue devuelto a su dueño británico, Darren Chick, después de ser hallado en Torrance, California.
Aunque el ave que ahora está hablando español mordió a su dueño cuando lo vio por primera vez, el feliz propietario dijo: “Lo está haciendo perfecto”. Chick dijo que al ave se le fue el acento británico y que fue reemplazado por un español bastante fluido, y que además nombra continuamente a alguien llamado “Larry”.
Pese a no tener idea de dónde estuvo el ave durante esos cuatro años, afirmó: “Es realmente extraño, sabía que era él desde el momento en que lo vi”. La afirmación la hace porque no es fácil distinguir a un loro gris africano de otro y mucho menos después de que hubieran pasado tantos años; sin embargo, logró reconocerlo.
Nigel fue descubierta por Julia Sperling, dueña de un salón de peluquería canina quien, al haberlo comparado con el aviso de una mascota perdida y de haberse asegurado que éste era el ave parlanchina que se le había perdido a Chick, el británico que vive en Caifornia y le había enseñado inglés británico a Nigel.
Un loro feliz
“Era el pájaro más feliz. Estaba cantando y hablando sin control. Además ladraba como los perros”, dijo Chick. “También decía en un español fluido: ‘Soy de Panamá’ y ‘¿Qué pasó?’, en español”, explica.
California es el estado con más hablantes del idioma español en todo Estados Unidos; y se hubiera esperado que el loro aprendiera español mexicano, pero al parecer aprendió español panameño.
Después de que Julia hubiera entregado a Nigel a Teresa Micco, una técnica veterinaria que también había estado buscando su propio pájaro perdido desde febrero; la mujer se dio cuenta de su error e intentó rastrear a su dueño original y podríamos decir que gracias al esfuerzo de la mujer y de la tecnología, se pudo encontrar a su dueño.
Gracias a la tecnología
Micco rastreó a Chick al revisar los viejos registros de venta del microchip de Nigel, y finalmente dio con su dueño. “Me presenté y le pregunté si había perdido un pájaro. Inicialmente me dijo que no, seguramente porque creyó que me refería a algo reciente. Me miró como si estuviera loca. Después de verlo fue que comprendió todo”, concluyó.
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Fuente: Mencantala Cienca