Esta función lo que provoca es que los electrodos de la batería se polaricen, lo que reduce la capacidad de carga. «Cada vez que la batería se carga, los iones de litio van moviéndose hacia delante y hacia atrás entre un electrodo positivo y un electrodo negativo, que, al interactuar con las partículas de los electrodos, hace que se rompan o degraden a lo largo del tiempo», explican.
Otro inconveniente que presenta es que los daños producidos por la función “carga rápida” no son reversibles. De esta manera, al usuario no le quedará otra alternativa que comprar una nueva batería, o cambiar de equipo, antes de tiempo.
Fuente: ambito