En tiempos difíciles, el ingenio aflora y suelen aparecer muy buenas ideas y a la vez soluciones para más de un problema. Este es el caso de la joven nacida en El Soberbio -pero con más de quince años de vida en Garupá- Araceli Spier (23), quien tras quedarse sin trabajo, se le ocurrió un útil y poco explorado emprendimiento: dar clases de manejo exclusivo para mujeres y a cargo de una mujer.
Así, Araceli -quien está en pareja con Juan y tiene una hija, Isabella, de dos años- comenzó a principios de este año a enseñar a manejar solamente a mujeres y con la particularidad de que las clases las realiza a bordo de una camioneta tipo 4×4.
Sólo para mujeres
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN contó parte de este novedosa y productiva actividad que realiza tras haberse quedado sin trabajo: “Cuando aprendés a manejar en una camioneta, después te resulta más fácil usar y manipular cualquier otro tipo de vehículo”, remarcó como justificativo de su enseñanza.
Consultada por cómo surgió la idea, la joven misionera explicó que “luego de quedarme sin trabajo, vi un día en Facebook el aviso de una señora que buscaba a alguien que la enseñe a manejar. Luego vi que otra chica pedía lo mismo y solicitaba a una mujer, no un varón, para aprender a manejar. Y ahí pensé: ¿quién dijo que enseñar a manejar es sólo cosa de hombres? Voy a enseñar a manejar a mujeres, me dije”.
Así, Araceli comenzó a autopromocionarse en Faceebok y en varios grupos de Whatsapp de Posadas y Garupá, ypronto comenzaron a aparecer las primeras alumnas.
“Fue algo muy lindo cuando aparecieron las primeras mujeres que querían que les enseñe a manejar. Yo a todas les digo que lo hago con mi propio vehículo, una camioneta tipo 4×4”.
Tras concretarse la cita, contó que “vamos a un lugar específico donde no hay chicos, ni perros. Un espacio que ya lo tengo estudiado y que es ideal para el inicio de las clases de manejo”.

Pasito a pasito
Pero, ¿cómo es una clase con Araceli? “El primer día o clase no se arregla el vehículo. Le enseño a la alumna a que se sienta segura. Le explico lo básico. El primer día tiene que estar cómoda y con confianza a la hora de agarrar el volante”, advirtió.
El segundo día o clase -explicó- “le enseño a poner en contacto (al vehículo), a hacer los cambios y a aprender a escuchar el ruido del motor”.
Luego continúan los días y horas de clase “hasta que la alumna se anima a manejar por el barrio, a hacer recorridos cortos, hasta que finalmente se animan y se van al centro o realizan recorridos más largos. De ahí en más, ya no sueltan más el volante”, aseguró.
También se le preguntó por qué enseñar sólo a mujeres y la respuesta no se hizo esperar: “Mirá, la mujer puede hacer mucho más de lo que piensa. Los hombres suelen pensar que vamos a fallar, en dos vueltas tenés que estacionar, máximo tres. Si lo hacemos en más, ya es un error. La mujer puede tomar el volante, debe ser segura. Y de ahí en más puede hacer lo que quiera”.
“El auto es una herramienta útil. La mayoría de las mujeres a las que enseño tienen hijos y los tienen que llevar a la escuela, a sus clases de inglés, karate, de fútbol o hockey”, argumentó.
“Todo está en la mente”
Según Spier, “todo se aprende. Si tenés el coche, hay que poner ganas, prestar atención y pensar ‘voy a aprender’. Todo está en la mente, hay que decretar que podés hacerlo. Yo lo hice y hoy manejo una camioneta, mirame”.
Por último contó que en este emprendimiento -que arrancó a principios de año- enseña a mujeres de entre 30 y 45 años, que “son las que más consultas hacen y las que finalmente se deciden por tomar estas clases de manejo para mujeres”.
Fuente diario primera edicion