Él viene del punk y lidera una de las bandas más populares del género, ella es una reconocida cantante argentina y ha dejado imborrables canciones en el inconsciente colectivo nacional. Juntos trabajaron en un disco de versiones y se hicieron amigos. Mariano Martínez, de Attaque 77, picaba algo con Valeria Lynch en un bar cercano al Campo Argentino de Polo y dejaban en evidencia una postal que se vería multiplicada por miles en todo el predio: no importó el género, la nacionalidad, ni la edad que marcaba el documento. Las bandas de fans se contaban por decenas y así como Martínez y Lynch entraron juntos a ver un nuevo recital de Paul McCartney, fueron incontables los grupos que se acercaban buscando buena música en manos del especialista.
Después de la entrada en calor del DJ Chris Holmes, con canciones de Paul y The Beatles mezcladas y listas para la pista, y del show de la argentina Victoria Bernardi, el escenario quedó vacío. Por un rato, entonces, las miradas se posaron en las pantallas laterales que mostraban imágenes de todas las épocas de Paul McCartney. Fotos en blanco y negro, fotos a color. Fotos del músico siendo un niño, acompañado de otros como él, retratos con The Beatles lookeados en los 60′s, cantando con George Harrison en sandalias, barbudo, sosteniendo a una de sus hijas. La vida del británico se veía proyectada y, debajo, los presentes buscaban un paralelismo con la propia.
El diseño cambió de psicodélico a industrial con muchas escalas durante la transición. Torres sin fin se intercalaron con fotos y dibujos hasta que el último diseño lleno de antenas como de TV digital y muchas luces, se vieron coronadas por un símbolo: el bajo de Paul McCartney. Y entonces sí, sonó “A Hard Day’s Night” y el artista dio comienzo a un show inolvidable de más de dos horas en el que no paró de hablar en español y de cambiar sistemáticamente de instrumentos. Así fue como se lo con su mítico instrumento, también se destacó con una guitarra electroacústica, un ukelele, una mandolina y un piano.
El ex Beatle trajo a Buenos Aires su “Freshen Up Tour” a los 76 años y presentó su nuevo álbum Egypt Station. La banda que lo acompañó es la misma desde hace unos años: Rusty Anderson, Brian Ray, Paul Wickens y Abe Laboriel Jr. Además, un trío de vientos aportó brillo y fuerza a un repertorio impresionante.
Fuente diario epoca