Walter Alcaráz el joven de 25 años que se arrojó a las aguas del Riacho Formosa para salvar la vida de otro que intentó suicidarse aseguró que “no hacen falta agradecimientos. No es nada. Creo que cualquiera en mi lugar haría lo mismo”.
En diálogo con La Mañana, contó que el lunes estaban pescando con un amigo en el sector del puente de La Ribereña y en un santiamén observó que un chico corría por la estructura de cemento y se tiraba al agua: “Estaba muy fuerte la corriente y enseguida comenzó a arrastrarlo, le gritábamos pero no lo podíamos ver porque el agua se lo llevaba. Y solo se veía su cabeza”.
“Lo único que pensé fue en sacarme la ropa, tirarme e ir hasta él. La corriente también me arrastraba e intentaba atajarme y no podía. A unos 50 metros, me gritan donde estaba. Braceaba y pateaba y no me dejaba agarrarlo. Le dije que se tranquilice porque nos ahogábamos los dos”, continuó su relato.
Rescatarlo le llevó más de 15 minutos y señaló que cuando logró hacerlo “lo reanimaron, no sé bien qué pasó después porque estaba en shock con lo que pasó”.
“No lo pensé, me di cuenta solo cuando estaba en el medio de la corriente arrastrando a alguien y eso me impulsaba a seguir. Hoy, agradezco que salió todo bien, pude ayudar a alguien y salió todo bien”, agregó.
El joven rescatado fue trasladado al Hospital Central donde quedó internado y bajo observación médica.

Cuando no se viste de héroe, Walter es entrenador físico y actualmente está desocupado. Vive en el barrio 7 de mayo del Circuito Cinco y tiene dos hijas. Cuando regresó a su casa tras exponer su vida para salvar la de otro, lo primero que hizo fue abrazarlas.