Mientras sigue en aumento la cifra de femicidios en la provincia y prácticamente todos los días la Policía recibe denuncias de violencia de género desde los lugares más recónditos de Misiones, ayer se conoció otro caso. Afortunadamente no llegó a ser mortal, pero sólo un mal movimiento podía haber cambiado el hecho para peor.
El miércoles por la noche, una joven que vive en la zona Oeste de Posadas denunció a su pareja por amenazarla de muerte y golpearla dentro de su vivienda. Por si eso fuera poco, los amigos del agresor colaboraron en la golpiza y además terminaron robándole a la víctima.
La joven de 25 años, madre de un niño de seis, se encontraba en su casa, en inmediaciones del barrio San Miguel. Alrededor de las 19.20 recibió un mensaje en el celular. Era Luis (52), un empleado municipal con quien desde hace dos años y medio mantiene una relación de convivencia. Él le dijo textualmente: “vení al pool de Tacuarí y 115”.
Sin sospechar, la joven se dirigió hacia allí, distante a unas pocas cuadras. Grande fue su sorpresa cuando al ingresar al local vio a su marido en compañía de otras dos mujeres. El hombre se había equivocado de destinatario al enviar el mensaje, pero ante la presencia de su pareja, no se echó atrás.
Según indicó la joven en la denuncia, Luis le dijo que no volviera a la casa porque él iba ir con las dos chicas hacia allá. Ella le dijo que dejara de hacerle pasar vergüenza delante de la gente, a lo que el hombre reaccionó de mala manera. Metió la mano en un bolso y sacó una funda de la cual le exhibió dos cuchillos de tipo carnicero. “Te voy a matar, sos una loca” le espetó en tono amenazante.
La mujer se fue del pool y a pesar de la amenaza llegó a la casa. Media hora después apareció su pareja en compañía de tres amigos. Aparentaba haber ingerido alcohol y alguna otra sustancia, según consta en su declaración en la comisaría.
Desde afuera empezó a insultarla con improperios de todo tipo y cuando intentó entrar a la casa, ella lo frenó pidiéndole que se marchara. Sin embargo, por la fuerza logró ingresar junto con sus amigos. La tomó de los cabellos, arrastró hasta la habitación y la tiró sobre la cama matrimonial. Sacó un arma de fuego, se la apoyó en la frente y le dijo “te voy a matar, negra muerta de hambre”.
Usando las piernas, la mujer atinó a sacarse de encima a su pareja e intentó salir de la pieza, pero el hombre la volvió a sujetar, alcanzando a patearla en una pierna. En eso se sumó uno de los amigos, quien intentó apaciguar los ánimos. La mujer logró zafarse. El hombre que la ayudó decidió irse también del lugar, pero no así los otros dos amigos, quienes desde la cocina gritaron “sacale la llave de la moto, cagale a palos a esa”.
La joven tomó sus cosas y quiso salir pero uno de los amigos, que estaba vestido con el uniforme de la Municipalidad, la “cazó” de la cartera. Hizo caer todo lo que contenía, mientras el otro tomó las llaves de la motocicleta y 400 pesos.
Nuevamente su concubino la agarró de los pelos y le dijo “no me voy a ir, esta es mi casa, puta de mierda”. Ella volvió a forcejear para que la suelte pero cuando por fin iba a escapar uno de los cómplices de su pareja la tomó de los cabellos hasta casi hacerla perder el equilibrio mientras el otro le pegó una patada en la pierna desde atrás.
Cuando por fin ganó la calle corrió a refugiarse a la casa de una amiga, desde donde llamó a la Policía.
La situación no terminó ahí. Mientras un móvil se dirigía al lugar, el marido sacó el arma de la casa y la ocultó en la guantera de su Renault Kangoo. Cuando volvió a entrar a la casa rompió el televisor de 40 pulgadas que era propiedad de la víctima.
Se hicieron presentes efectivos de la comisaría Sexta, Decimotercera y Comando Oeste. Detuvieron al concubino de la víctima y a sus amigos, de 34 y 33 años.
En la escena fueron incautados dos cuchillos tipo carnicero, una pistola de aire comprimido, una caja con balines, tubos de gas para dicha arma, como así también 42 proyectiles calibre 22 corto, aunque no así su respectiva arma. Finalmente una grúa de la División Seguridad Vial y Tránsito secuestró la camioneta del agresor.
Según pudo saberse, en los últimos tiempos la relación de pareja había comenzado a agravarse, principalmente desde el 1 de noviembre. En esa oportunidad el acusado la había agredido física y verbalmente, llegando a ponerle un cuchillo en el cuello, todo frente a la mirada de su hijo. Por temor, ella no discutió con él y dejó que todo volviera a la normalidad, al menos hasta este último miércoles.
Tomó intervención el Juzgado de Instrucción 3, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón. La causa en trámite contra la pareja de la víctima fue caratulada como “lesiones leves agravadas por el vínculo, amenazas y daños”, mientras que sus dos amigos quedaron imputados por “robo”.
Fuente diario primera edicion