River dio una verdadera muestra de la estirpe copera que supo forjar en los últimos años y, cuando todo parecía perdido, logró una agónica clasificación a la final de la Copa Libertadores al vencer a Gremio por 2 a 1, en Porto Alegre.
Leo Gomes, a los 36 minutos del primer tiempo, puso en ventaja a los locales con un derechazo cruzado a la salida de un tiro de esquina. Rafael Santos Borré, con un cabezazo a los 36 del complemento, emparejó las acciones. Y Gonzalo Martínez, con un penal sancionado a instancias del VAR, selló el 2 a 1 en el quinto minuto del tiempo adicionado al reglamentario.
De esta forma, River logró revertir merced al valor de los goles como visitante la derrota por 1 a 0 que sufrió hace una semana en el Monumental. Y se convirtió en el primer finalista de la presente edición tras eliminar al último campeón.
Gremio jugó los últimos minutos con un hombre menos a raíz de la expulsión de Bressan, quien recibió la segunda amarilla por una mano tras un remate de Ignacio Scocco, en una jugada muy discutida con los brasileños.