“A partir del inicio de la menopausia, la única forma de lograr un embarazo es a través de tratamientos de reproducción asistida como la ovodonación”, explicó el doctor Fernando Neuspiller director de IVI Buenos Aires y especialista en medicina reproductiva.
Frente a este panorama, la sugerencia para todas aquellas mujeres que planean ser madres después de los 35 años es que antes de esa edad preserven su fertilidad, porque este límite etario otorga mejores chances al momento de utilizar los óvulos cuando lo decidan, incluso después de experimentar la menopausia.
La técnica de preservación de la fertilidad más eficiente y recomendable es la vitrificación de ovocitos. Este método consiste en la estimulación ovárica con medicación y puede iniciarse en cualquier momento del ciclo de la mujer, para luego aspirar los ovocitos que entrarán en un proceso de solidificación en el que serán tratados con una sustancia crioprotectora y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196°C.
Por otro lado, si no se preservó la fertilidad en el período biológicamente posible, también existe la ovodonación. Este procedimiento consiste en recurrir a óvulos de una donante para ser fecundados en el laboratorio con el semen de la pareja o de un banco de semen y luego el embrión resultante se transfiere al útero de la mujer receptora.