El profesional, comenzó diciendo que los hechos de abuso están naturalizados en nuestra sociedad “Lamentablemente uno ya ve como parte del panorama hechos de esta naturaleza en todo el territorio de la Nación. Lo importante es generar algún tipo de herramienta que nos sirva para tomar conocimiento previo a que los hechos ocurran independientemente de lo aberrante de estos hechos. La judicialización de los mismos, incluso la condena, creo que la mejor herramienta tiene que ver con la tarea de prevención para que estos hechos no ocurran” destacó.
En cuanto a las cifras de los casos que se conocen en la provincia, González detalló “Si bien desde la faz oficial se ocultan cifras de esta naturaleza porque nadie quiere formar parte de este ránking tenebroso de abuso en el territorio provincial, estamos hablando de 3 o 4 casos por semana aproximadamente de hechos vinculados a delitos contra la integridad sexual y esa cifra obedece a los hechos que se rompe con la barrera del temor, se visibilizan y llegan a la faz policial o judicial y no de otros hechos que no, por lo que podría ser incluso más grave” sostuvo.
Asimismo agregó “La problemática social de los abusos sexuales tiene una raíz profunda en las creencias y en las prácticas culturales y religiosas de nuestra provincia. La cosificación de los niños y niñas, el estigma, la cuestión de género, y que vivimos en una sociedad hipócrita. Nosotros somos parte de una sociedad pedófila y es duro de decirlo y reconocerlo, donde está completamente naturalizado actos que yo denomino preparatorios de abusos posteriores que tiene que ver con la conducta que desarrollan las personas adultas en la interacción humana durante la vida cotidiana”.
En este contexto ejemplificó “Basta con ver a la salida de un colegio de niñas y adolescentes cuál es la conducta que asumen las personas mayores y todas están vinculadas a de alguna manera casi estar al acecho observando, piropeando de manera de provocación hacia esas niñas, y no lo hace solamente la persona común sino que uno advierte por ejemplo las instituciones policiales que recorren barrios que llevan adelante estas provocaciones, se minimizan esas conductas y la primer reacción es ocultar, negar la ocurrencia de esos hechos y eso es muy grave porque nos coloca en una situación de que nunca vamos a poder generar herramientas de prevención porque se trata de invisivilizar una problemática social”.
También dijo “Tenemos una sociedad donde su base es patriarcal y machista, el 75% de los abusos son intrafamiliares y de ese porcentaje 4 de cada 5 hechos de abuso lo cometen los padres. Cuando uno lleva adelante el piropo o la mirada sostenida, esos son actos que yo considero preparatorios y es una cuestión cultural parece que de alguna manera se autoriza y tenemos que generar mecanismos donde prime el respeto por toda la comunidad”.
En la misma línea, explicó cuál es la primer reacción generalizada en las abusos intrafamiliares “Cuando concretamente ocurre un abuso en el núcleo familiar, no es cierto que la primer reacción sea averiguar la realidad de lo ocurrido, la primer reacción es tratar de buscar un mecanismo encubridor para el responsable de esos hechos” afirmó.
Respecto a qué hacer al tomar conocimiento de estos casos detalló “La ley obliga a los funcionarios públicos a poner en conocimiento de la autoridad policial de manera inmediata y en la familia debe ocurrir exactamente lo mismo y preocuparse por generar las herramientas que no estigmaticen al niño en el momento de conseguir la producción probatoria suficiente pero no podemos dejar pasar cuando tenemos conocimiento de hechos de esta naturaleza” finalizó .
Fuente 21tv