En Gualeguaychú.
Este lunes a las 4, Nahir Galarza, condenada en primera instancia en junio pasado por el homicidio a quemarropa de su novio, Fernando Pastorizzo, fue trasladada en un móvil de la Policía de Entre Ríos, luego de ocho meses de encierro en la Comisaría del Menor y la Familia en Gualeguaychú. El destino: la Unidad Penal N°6 en Paraná, una cárcel de mujeres. Sus padres, Yamina Kroh y Marcelo Galarza, la visitaron poco antes de salir.
El traslado implica un fuerte revés para Nahir más allá del hecho de que va por primera vez a una cárcel común: la defensa de la joven con el abogado Horacio Dargainz apostaba a que fuese encerrada en la Unidad N°9 de Gualeguaychú, una cárcel modelo con granja, 70 hectáreas de terreno y dormitorios en vez de pabellones, cerca de su familia, como lo había estado durante los ocho meses en la Comisaría del Menor con visitas constantes de su madre, padre y hermanos, en una celda de tres metros por tres, con una mesa de cemento, y un pequeño ventiluz, medicada ocasionalmente con clonazepam. Su mamá le llevaba tuppers con bizcochuelo, libros y revistas.
Sin embargo, la Cámara de Casación local decidió que la joven sea finalmente reubicada en el Penal N°6, ya que «la cárcel-granja no está preparada para recibir a una detenida que potencialmente pueda generar problemas con otros internos.» El problema no es Nahir misma, que como detenida tuvo históricamente buena conducta y un vínculo afable con las mujeres policía que la rodeaban en su encierro, sino los demás”.
Fuente datachaco.