Una modalidad que amenaza con convertirse en una moda adolescente preocupa a la comunidad de Leandro N. Alem. En las últimas dos semanas, el hospital Samic de este municipio asistió a dos jóvenes en estado de intoxicación tras haber consumido mate con floripondio.
“Este muchacho de 18 años estaba excitado. Su mamá pensó que estaba alcoholizado, lo trajo al hospital, pero después presintió algo más”, comentó Sebely.
Y detalló: “Primero empezó a limpiar toda la casa, después comenzó a hablar de forma incoherente, empezó a sentirse mal, con vómitos, veía personas pasando cuando sólo estaba la enfermera, le hablaba a la pared”.
El caso de la semana pasada
“La vez anterior, el paciente vino en la última etapa de la intoxicación o había ingerido poquito. La mamá mencionó que tomó mate con floripón; es una forma barata de acceder a un tipo de droga pero corre riesgo la vida de una persona; tiene efectos mortales porque la planta es venenosa”, indicó.
Convulsiones, ritmo cardíaco elevado y garganta dilatada son algunos de los síntomas, incluso puede inducir al coma o causar la muerte.
“La persona piensa que tiene superpoderes y cree que puede saltar sin lastimarse”, insistió el galeno.
Tras ingerirlo, los usuarios señalan que escuchan, ven y sienten situaciones y sensaciones que a su consideración son increíbles. La intensidad de los efectos es tal que la conciencia adopta las alucinaciones como situaciones reales.
“Fui a buscar a la Policía para que me ayude a llevarlo al médico”
“Él siempre fue un chico normal; nunca hizo una cosa como esta, no sé qué pudo haber pasado”. La frase le corresponde a Verónica, mamá del joven que está internado en el Samic de Alem por ingesta e intoxicación de floripondio.
En diálogo con El Territorio, relató su desesperación e impotencia al ver el estado de su hijo y no saber dónde recurrir. “No hay un centro donde lo puedan cuidar, no se qué va a pasar o cómo seguir, en el hospital dicen que lo va a ver un psiquiatra, pero según una doctora de Oberá con la que hablé, hay chicos que quedan con secuelas como esquizofrenia”.
La mujer tiene además otros cuatro hijos de quienes cuidar, siendo el más pequeño de 9 años. Relató que si bien notó extraño a su hijo de 18 el viernes pasado, fue el domingo que decidió pedir ayuda a la fuerza pública para internarlo. “Apareció un viernes a la tardecita un poco diferente, el sábado estaba más raro y el domingo se puso muchísima ropa y empezó a saltar en la lluvia. y cuando entra a la casa estaba todo mojado, frío, blanco, decía cualquier cosa. Fui a buscar ayuda a la Policía para llevarlo al médico, porque tenía miedo de que haga algo grave. que lastime a alguien”, contó.
“Ahora sólo se le dan medicamentos para dormir; hay momentos en que está perdido y después se desespera, quiere escapar”, señaló, y reflexionó: “Todos los chicos están solos, los padres salen a trabajar y los chicos quedan solos”.