Las tradiciones Olímpicas y la energía de los jóvenes se fusionaron el martes para dar nacimiento a la llama Olímpica de los Juegos de la juventud Buenos Aires 2018 en una emotiva ceremonia en el histórico Estadio Panathinaikó de Atenas.
El mismo escenario que vio surgir a los Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896 fue el epicentro de un rito protagonizado por una artista representando el papel de una suma sacerdotisa, quien utilizó un espejo cóncavo para encender la llama con la pureza de los rayos del sol.
La ceremonia fue de menor duración que lo habitual por respeto a las pérdidas que sufre el pueblo griego debido a los incendios en las afueras de Atenas. El Comité Organizador Buenos Aires 2018 expresó su solidaridad con las autoridades locales.
La llama recorrerá 14.000 kilómetros por la geografía argentina durante dos meses. En su viaje difundirá los valores Olímpicos de la amistad, el respeto y la excelencia, y enviará un mensaje sobre el poder transformador del deporte para la construcción de una sociedad mejor.