Niños en situación de vulnerabilidad y riesgos, adultos que suman años y algunos que tienen familias con las que por distintas razones no tienen vínculo alguno. La supervivencia en la calles de Oberá queda expuesta cada noche.
El total de personas en situación de calle aumentó, no drásticamente, pero hay más que el año pasado. De acuerdo a un relevamiento concretado por Acción Social de la Municipalidad, son 17 personas que viven en la calle y muchos de ellos comen y reciben asistencia en el refugio.
«El relevamiento lo hicimos en mayo de este año y nos dio más que el año pasado», dijo Pablo Ullón de Acción Social a El Territorio, destacando sí que en al menos dos casos, se reportaron personas que volvieron con sus familias. «Siempre les preguntamos si tienen casas y en algunos nos responden que sí, pero otras están desde hace años viviendo en la calles, como que se fueron acostumbrando», explicó Ullón.
Los recorridos se refuerzan en épocas de frío y las necesidades recrudecen. Y eso es lo que se denuncia inclusive a través de los propios vecinos que avisan a la Policía y la Policía se comunica con el municipio. «Pero no se quieren quedar en el refugio y no podemos obligarlos a eso», dijeron desde el municipio, que ahora también interviene en las esquinas de la ciudad obereña.
Se suman las intervenciones urbanas por las noches para abordar la problemática de niños que piden ayuda en semáforos y en otros puntos de la ciudad. El pedido de ayuda, el dinero, las monedas, algo para dar. Chicos que en algún lugar deben dormir, comer, vivir…
“Muchos niños encuentran contención en la calle, por eso salimos con frecuencia a buscarlos, charlamos con ellos le damos algo para comer y tomar, los llevamos a sus casas, allí conversamos con sus padres sobre la importancia de que los niños no estén solos por la noche sin el cuidado de los adultos”, apuntó el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Acción Social, Rafael Marques Da Silva.
Desde los barrios salen y buscan los lugares en donde conseguir lo que buscan, les sea más fácil y sin muchos riesgos. Los chicos de la calle o en la calle. Posadas, Eldorado, Iguazú y Oberá. Los viejos problemas no se terminan. Se replican.