Javier Walter nació en Ingeniero Juárez, tiene hoy 43 años, es ingeniero y tiene 4 hijos. Su historia de vida parece simple pero encierra otra mucho más grande, de amor, de solidaridad, de perdón y de esperanza, porque él no iba a nacer.
Hijo biológico de una niña madre del extremo oeste formoseño, Clara cuenta su experiencia en torno a la decisión o no de abortar. La mediación del sacerdote Francisco Nazar impidió que la adolescente interrumpiera el embarazo. Contó su historia en la Cámara de Diputados, donde actualmente se debate una propuesta que quiere despenalizar el aborto.
En diálogo con La Mañana, Javier compartió su historia: “La madre -de Clara- le dijo que tenía que abortar porque estaba prometida a un señor y yo no podía nacer”. Sin embargo, el padre Nazar le propuso otra solución: dar al niño en adopción, la contuvo durante el embarazo y finalmente se dio la adopción.
La madre adoptiva de Javier, una alemana llamada Haydeé Walter (Nené), trabajaba en el Ministerio de Salud en Buenos Aires y en aquel momento se encontraba en el pueblo (Ingeniero Juárez), donde trabajaba conjuntamente con Hilario Ferrero, su padrino: “No había hoteles en la zona, y ella estaba durmiendo en un convento. Una monja llamada Gracia le dice si podía acompañarla: “Tengo que buscar a una familia que quiere entregar un bebé en adopción”. Mi mamá la acompañó, me vio y dijo “me lo llevo yo. Olvidate, no busques más, hago los trámites, los papeles y lo adopto”. Y así fue, me trajo a Buenos Aires donde viví toda mi vida”.
Una historia de papá y mamá, una historia que protege
Siempre supo que era adoptado. Su mamá Nené le contó una historia muy linda sobre un padre que había muerto en el monte, trabajando, y una madre que había muerto poco después, de tristeza. “Una historia así media romántica. Con el tiempo, al ser más grande me contó la verdad. Porque esa historia era para protegerme, para que no sintiera el abandono”, la defiende.
Fuente diario La Mañana FSA
