María Cecilia es una mujer que se dedica a la enseñanza particular y el pasado viernes fue víctima de una brutal agresión por parte de su ahora ex pareja, un efectivo de la Policía de Corrientes. Relató los detalles del momento que por primera vez le tocó vivir cuando el agente la golpeó salvajemente y comentó que debió abandonar la casa donde vivía por su seguridad. “En la Policía me dijeron que no salga a la calle sola pero quiero que él esté preso y no le haga lo que me hizo a mí a otras mujeres”.
Una publicación en su cuenta de la red social Facebook motivó la comunicación telefónica con María Cecilia, quien relató el calvario que le tocó vivir este viernes cuando su ex pareja, un cabo de la Policía de Corrientes la agredió salvajemente. Explicó que “todo comenzó el jueves pasado cuando fui a capacitarme y él desapareció, regresando recién el viernes a la 1:30, totalmente violento y borracho”.
A la mañana siguiente, cuando debía empezar su jornada de trabajo, relató que su ex pareja “se levantó con todas las ganas de pelear” y comenzó a insultarla. “Esperó a que se vaya mi papá y comenzó a decirme que ni persona soy, que soy un pedazo de mugre y a decirme otros insultos”, dijo, tras reclamarle “por qué tengo que salir, por qué nunca estoy en la casa, que quién me creo”.
La mujer intentó salir de la habitación y cuando se levantó de la cama, el sujeto la tomó del cabello y la tiró sobre la cama, comenzando a golpearla. “Me dijo que estuvo en el Ejército, que sabe cómo pegar y yo tenía miedo de que use su arma”, relató, agregando que le propinó varios golpes en sus piernas y otras partes del cuerpo.
Ella logró levantarse, pero al intentar salir de la habitación nuevamente “me tiró de los cabellos, y me sacó el celular y las llaves, diciéndome que no llame a nadie porque no pasaba nada”. La mujer comentó que es la primera vez que le sucede un hecho de violencia y que después de esto, su ex pareja le pidió que se acueste con ella de nuevo, tras lo cual se negó y él la soltó diciéndole “andá y denúnciame, nadie te va a hacer caso”.
La escena terminó cuando milagrosamente regresó el padre de la mujer a la casa, lo que hizo que el efectivo policial agresor le devuelva las llaves y el teléfono celular. María Cecilia pidió a su progenitor que la lleve a la Comisaría para radicar la denuncia, donde fue revisada y se estableció una restricción perimetral para el agente. La mujer que ahora permanece en un lugar, escondida por temor a que el sujeto la busque e intente agredirla nuevamente, reclamando que sea detenido y “que ninguna mujer vuelva a sufrir lo que pasé con él”.
“Vivo ocultándome, cuando yo fui la víctima y él anda libremente”, se quejó y recordó las palabras que le dijo su agresor: “Gorda, perdoname, no fue nada, yo te quiero”.
Fuente diario sudamericana