Las primeras cinco chuñas de patas rojas llegaron a Rincón del Socorro. Forman parte del proyecto que Conservation Land Trust (CLT), junto con el Gobierno provincial, comienza a reintroducir en esta área del parque Iberá.
La chuña de patas rojas, que aún está presente en algunos lugares de la provincia, es la segunda especie de ave, después del guacamayo rojo, con la que CLT va a trabajar en Iberá.
Esta especie, exclusivamente sudamericana, es pariente de las gigantescas “aves del terror” que, con sus hasta 2,5 metros de altura, vivieron en esta parte del continente americano hace muchos millones de años.
Como su pariente prehistórico, la chuña es un ave caminadora y carnívora, aunque sus presas son de un porte mucho menor que las de la extinta ave del terror.
Su dieta va desde insectos y gusanos hasta serpientes y lagartos, que sacude con su pico golpeándolos contra el suelo hasta matarlos.
Solo vuela cuando es estrictamente necesario, para escapar de los predadores o para subirse a la seguridad de una rama de árbol en el que pasar la noche.
Estos ejemplares provienen del Centro de Reasilvestramiento Aguará de Corrientes y van a estar durante varias semanas en un aviario de aclimatación hasta que sean liberadas.
Todos los individuos han sido provistos con un collar VHF, que va a permitir a los técnicos del proyecto conocer su ubicación. De este modo se podrá monitorear su adaptación a la vida en libertad en Rincón del Socorro.
Son aves terrestres que corren en lugar de volar (aunque pueden volar a poca distancia). Tienen cuello, cola y patas largas, sólo las alas son cortas, reflejando su estilo de vida.
Son aves parduscas con crestas eréctiles, propias de ambientes secos como el Chaco Seco, que viven en el bosque ralo o pastizales abiertos. Tienen una segunda garra extensible.
Fuente la republica