Preocupa a comerciantes fronterizos la instalación de más zonas francas en Brasil

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Uno de los principales temas que estuvo en la agenda interministerial de la Nación con la Provincia fue la situación comercial fronteriza, en especial la decisión del Gobierno de Brasil de instalar 23 zonas francas en la frontera, y algunos de ellos impactarían negativamente en la tierra colorada. 


En Argentina la actividad de las zonas francas, su implementación y funcionamiento está regulada por la Ley N° 24.331, la cual permite solamente una por provincia. Misiones ya cuenta con una zona franca en la frontera de Puerto Iguazú – Foz de Iguazú. 
 
¿Qué son las zonas francas? La ley en cuestión menciona que “son espacios en los cuales la mercadería no es sometida al control habitual del servicio aduanero y tanto su ’introducción’ (importación) como su ’extracción’ (exportación) no están gravadas con tributos -salvo las tasas retributivas que pudieran establecerse- ni alcanzadas por prohibiciones de tipo económico. El objetivo de estas zonas es fomentar el comercio y la actividad industrial exportadora a través de la reducción de costos y la simplificación de los procedimientos administrativos, ofreciendo, además, incentivos fiscales”.
Entonces, ante la inminente creación de zonas francas en las fronteras terrestres con Brasil las cámaras de comercios de las localidades afectadas evalúan el impacto que tendrá la instalación de nuevas empresas.
 
Es que los comerciantes de Puerto Iguazú y San Antonio advierten que el desembarco de estos free shop“afectarán la economía de las ciudades” e incluso podrían derivar en el cierre de los locales ya instalados. 
 
“Todavía no está definido el reglamento de trabajo definitivo que se va a hacer en Foz de Iguazú, que tiene que ser reglamentado municipalmente. Eso se va a debatir en un espacio interinstitucional, público y privado que es denominado como Consejo de Desarrollo de Foz de Iguazú (Codefoz) donde se va a evaluar la instalación de estos free shops sin que se genere un impacto negativo en la región entonces afortunadamente el sector privado quiere que no se genere una competencia injusta contra los locales de Iguazú, Foz y Ciudad del Este”, expresó el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Puerto Iguazú, Jorge Florentín.
 
La mirada desde Brasil 
El presidente de la Codefoz, Mario Camargo, señaló que la instalación de estas zonas francas está en su primera fase ya que en estos momentos se conformó un equipo técnico con autoridades municipales para determinar el horario en que funcionarán, además del tipo de empresas que se van a instalar.
 
“Estamos discutiendo la reglamentación, lo más importante es definir los locales que se van a instalar en estos free shop para proteger los comercios locales”, sentenció Carmargo. Precisó que estos comercios “venden tanto productos nacionales como extranjeros y en los casos en los que se habla de productos nacionales, esa competencia es desleal”.
 
Asimismo, manifestó que existe una serie de requisitos que deben cumplir las empresas para instalarse en estos sitios. “En primer lugar debemos definir la zona y luego determinar qué tipo de firmas se instalarán en la zona”, sostuvo.
 
Indicó que para cuidar a los comercios locales hay dos posturas: “Una de ellas es la posibilidad de establecer rentas más fuertes y la otra es la realización de un concurso para elegir a las empresas y así determinar hacia donde la ciudad va a crecer”. 
 
“Tenemos cautela y precaución para cuidar los comercios que ya tenemos, en Foz de Iguazú hay dos shopping que representan a más de 300 locales, y esos free shop pueden significar su cierre”, apuntó.
 
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, Miguel Silva Dico, manifestó que si bien esta localidad no se verá tan afectada ya que no existe una aduana del lado brasileño, sí se verá afectado el comercio en Bernardo de Irigoyen. 
 
“El peor impacto por las asimetrías comerciales en las fronteras ya se dio hace rato, se vende menos del 90 por ciento, la instalación de una zona franca sería devastador sobre todo para los comercios en zonas como la de Irigoyen o Iguazú que son más turísticas”, opinó y agregó que “los tipos de productos que se van a vender, muchas veces no son los que demandan en la región”.
 
“En San Antonio por ejemplo tenemos muchos colonos de bajos recursos que en su mayoría consumen alimentos y productos de primera necesidad y no es como Irigoyen que es una zona turística, y en donde hay predominancia de otros rubros”, comparó.
 
Reglamentación
A mediados de marzo, la Receita Federal reglamentó la instalación de zonas francas en las fronteras terrestres con Brasil. Con esta medida, están libres para funcionar los locales como los que funcionan en puertos y aeropuertos, conocidos como free shop, es decir, comercios que funcionan mediante un régimen aduanero especial para vender mercaderías nacionales y extranjeras sin la cobranza de impuestos para pasajeros en viajes internacionales, con moneda local o extranjera.
 
Brasil tiene aprobada desde el 2012 la instalación de estos locales fronteras terrestres, pero la medida no estaba reglamentada.
 
De acuerdo con la instrucción normativa solo podrán tener las zonas francas aquellas ciudades brasileñas que fueran gemelas de ciudades extranjeras en la línea de frontera, es decir, aquellos municipios en los cuales se puedan cruzar de un lado a otro hacia un país extranjero.
 
Asimismo, se establece que los municipios deben estar integrados ya sea por la presencia o no de una infraestructura y con potencial de integración económica.
 
El límite de exención de impuestos para compras en tienda franca de frontera terrestre es el equivalente a 300 dólares (989 reales) por viajero, cada mes. También se establece que para entrar en las tiendas libres, debe presentar un pasaporte o identificación, y el pago puede ser aceptado en moneda nacional o extranjera.
 
Los productos vendidos en estos establecimientos no podrán ser comprados para ser revendidos. Otra restricción es la comercialización de bebidas alcohólicas y de artículos de tabaquismo a menores de 18 años, incluso acompañados. En relación a estos productos, habrá también límites para la compra: 12 litros de bebidas alcohólicas; 20 paquetes de cigarrillos; 25 unidades de cigarros o cigarritos; y 250 gramos de humo preparado para pipa.
 
Para instalar un establecimiento comercial franco, es necesario que el solicitante sea una empresa establecida en Brasil y atienda condiciones como no tener pendientes fiscales, tener un patrimonio neto igual o superior a 2 millones de reales y disponer de sistema informatizado para control de stock e impuestos en el mercado el estándar requerido por la Receita Federal.
 
Serán 32 ciudades de frontera que tendrán los nuevos free shops, 11 de ellas ubicadas en el estado de Rio Grande do Sul: Chuí, Jaguarão, Aceguá, Santana do Livramento, Quaraí, Uruguaiana, Barra do Quaraí, Itaqui, São Borja, Porto Xavier e Porto Mauá.
Fuente diario Primera edicion