Itatí: piden reubicar a feriantes, ante el temor de posible siniestro

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El reciente incendio de los cerca de 150 puestos de venta lindantes a la rotonda de la Virgen de Itatí, en la ciudad de Corrientes, desató la preocupación y el alerta de otros complejos precarios en los que trabajan decenas de vendedores particulares, en diferentes localidades del interior. El peligro que existe ante la aparición de un foco ígneo, fortuito o provocado, vuelva a destruir el fruto de años de trabajo, y hasta se corre el riesgo de perder vidas humana en el siniestro. Una pregunta doble subyace ante la escalofriante contemplación de las ruinas humeantes: ¿Por qué centenares de familias siguen aportando a un entorno de trabajo en el que hay tanto peligro para sus pertenencias y vidas, sin los elementos de seguridad necesarios? Y por otro lado: ¿Por qué el Estado no cumplió su rol de fiscalizar, controlar y hacer que estas ferias cumplan con las normas de seguridad (extintores contra incendio, disyuntores, pintura antiflama, etcétera)? En respuesta al lamentable suceso, los vendedores que se ubican en torno a la Basílica de la localidad de Itatí se preguntan ¿qué pasaría si ocurre un hecho similar en el Paseo de los Puesteros? Muchos de ellos buscan prevenir un siniestro que perjudicaría a muchas familias, para lo que alguno de los vendedores se están organizando a través de grupos de mensajería. La situación actual del paseo de la calle Obispo Luis María Niella presenta precarias conexiones eléctricas y de seguridad en los locales comerciales. El lugar, en donde décadas atrás se encontraban los puestos de venta delimitados con chapa, dieron paso a los módulos inaugurados en julio de 1994, ocupando todo el frente de la Casa del Promesero, donde incluso se sellaron las ventanas quedando sólo el acceso principal, según describió Noticias Itateñas. NORTE de Corrientes tuvo acceso a los amontonados puestos sobre los que cuelgan débiles cables eléctricos conectados de manera insegura, los mismos no pasarían airosos una inspección. Actualmente los vendedores fueron ganando la vereda y la calle, de manera desordenada y actualmente ocupan el pavimento que debería estar libre para el tránsito vehicular. Los nuevos puestos están construidos con chapa y algunos con madera, en ellos se guarda la mercadería, santería, juguetes, ropas, electrónica, artículos de pesca y una variedad de productos. Además se protege del sol con lonas que cubren toda la arteria. Similar situación se da por las calles que rodean a la Casa del Promesero, la avenida 25 de Mayo y la calle Roque González de Santa Cruz. Al respecto se plantearon distintas alternativas, como la construcción de un gran paseo de compras en la cancha parroquial, lo que también reubicaría a las parrillas que ocupan ese espacio, con todas las medidas de seguridad e instalaciones adecuadas para beneficio de comerciantes y turistas.

Fuente diario NORTE