Los primeros kilómetros pasan casi sin enterarse, más adelante será necesario contar con gran entereza, luego habrá que poner más cabeza que piernas y, finalmente, allí estará la meta y será entonces el momento de mayores sensaciones encontradas, emociones que no tienen precio, sentimientos que María Montiel, “Ika” (como la conocen en el pueblo), elige vivir y experimentar con más de cincuenta años sobre sus hombros y que, incluso, la llevaron a competir a Ushuaia, en el Trail Race Fin del Mundo, representando a este municipio misionero, hace pocos días.
Este encuentro de running, que se lleva a cabo en la ciudad más austral del mundo, en Tierra del Fuego, invita a correr en las míticas montañas fueguinas, con increíbles vistas a Ushuaia, el Canal del Beagle y el glaciar Martial, ofrece tres distancias, 42, 25 y 10 kilómetros, esta última fue la que correspondió a Ika, por categoría.“Es un orgullo para nosotros”, confesó a Ko´ape su hijo Nicolás y remarcó que hace alrededor de quince años que comenzó con esta disciplina, pero hasta ahora siempre en la tierra colorada.
Nicolás agregó también que la experiencia la posicionó como “una referente de lo que es maratón en Jardín América, fue una de las primeras mujeres que se animó, que empezó” y recordó que “siempre fue fanática de la caminata, después se empezó a entrenar, va al gimnasio y de a poco se fue como entrando en el deporte, comenzó por las fechas locales, como las maratones de Raíces, con algunas personas, allá por 2002 aproximadamente”.
E hizo hincapié en que “es parte de un grupo de maratonistas de Jardín América que se llama ‘Los Halcones’, algo muy nuevo, en el que comparte su experiencia”.
“Es una disciplina que está como en pañales, ‘Los Halcones’ es un grupo que surgió mediante que se fue viendo que hay mucha gente que corre, que se animó a ser parte y van a todas las fechas”, apuntó.
De los papeles a la pista
Ika dedicó su vida a la familia, a sus tres hijos, Ivana (32), que actualmente vive en Austria; Nicolás (30), estudiante residente en Posadas, y Milton (27), que se dedica a la gastronomía en Ushuaia y fue quien insistió en que debía ser parte del Trail Race Fin del Mundo, al que viajó acompañada por su esposo Luis, y a las tareas administrativas, contables.
Actualmente tiene 53 años y, según mencionó Nicolás, “siempre asume su edad, pero la gente le da menos, por cómo se mantiene, por el trabajo constante, es la envidia de muchos que le dicen ‘cómo hacés para tener tantas pilas, para no bajar los brazos’, inclusive hasta cuando está con los nietos es re pila”.
Energía que mantiene a pesar de haber pasado “muchos altos y bajos, ahora viene de un bajón muy grande, de perder a su madre, y así y todo nunca bajó los brazos, para nosotros es un orgullo”, insistió y “por eso quiero compartir su historia” con los lectores, finalizó Nicolás.
Fuente diario Primera Edicion